Shell no comprará gas y petróleo en Rusia y cerrará sus gasolineras en el país

El Consejero delegado de la petrolera, Ben van Beurden, se ha disculpado por haber comprado hidrocarburos rusos tras la invasión rusa a Ucrania

Un cartel de Royal Dutch Shell se ve en una gasolinera en Londres, Gran Bretaña, el 03 de febrero de 2022. EFE/EPA/ANDY RAIN

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La petrolera anglo-holandesa Shell ha anunciado este martes que dejará de comprar gas y petróleo de Rusia y cerrará de manera inmediata sus gasolineras en el país.

«Shell anuncia su intención de retirarse de su implicación en todos los hidrocarburos rusos, incluidos el crudo, los productos derivados del petróleo, el gas y el gas natural licuado, de manera gradual, alineada con las pautas del Gobierno», ha señalado la empresa.

En el comunicado, su consejero delegado, Ben van Beurden, se ha disculpado por haber adquirido hidrocarburos rusos tras la invasión rusa a Ucrania.

«Somos sumamente conscientes de que nuestra decisión la semana pasada de comprar un cargamento de crudo ruso para ser refinado como gasolina y diésel (…) no fue la apropiada y nos disculpamos», ha explicado el consejero delegado, Ben van Beurden.

En este sentido, Van Beurden ha asegurado que destinarán los beneficios del petróleo ruso que todavía tienen a un fondo de ayuda a las víctimas de la guerra. Asimismo, en estrecha consulta con los gobiernos, la petrolera está cambiando su cadena de suministro de petróleo crudo para eliminar los volúmenes rusos, aunque ha advertido de que podría llevar semanas en completarse.

También cerrarán sus estaciones de servicio en Rusia

La petrolera también comenzará de inmediato el proceso para cerrar sus operaciones de estaciones de servicio, combustibles de aviación y lubricantes en Rusia, mientras que dará inicio al procedimiento para una retirada gradual de los productos petrolíferos rusos, el gas de gasoducto y GNL.

En el comunicado resaltan que se trata de un «desafío complejo», ya que cambiar esta parte del sistema energético requiere una acción concertada por parte de los gobiernos, los proveedores de energía y los clientes. Por lo que han asegurado que esta transición a otros suministros de energía puede llevar «mucho más tiempo».

“Estos desafíos sociales resaltan el dilema entre presionar al gobierno ruso por sus atrocidades en Ucrania y garantizar un suministro de energía estable y seguro en toda Europa”, ha señalado Van Beurden.

El pasado 28 de febrero Shell anunció su intención de salir de las empresas conjuntas en las que participa junto al gigante del gas ruso Gazprom, así como de poner fin a su participación en el proyecto del oleoducto Nord Stream 2. A finales de 2021, Shell tenía alrededor de 3.000 millones de dólares (2.680 millones de euros) en activos no corrientes en estas empresas en Rusia.

Raquel Navarro Pérez

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