Seis empresas abandonan el reciclado de plástico en dos años por baja rentabilidad
Los recicladores que tienen dificultades con el negocio se quejan de que Ecoembes, el consorcio que gestiona los residuos en España, entrega plástico que no sirve para reciclar. Además denuncian que la opacidad del sistema de reparto de la basura pone en dificultades a muchas empresas del sector
Seis empresas recicladoras de plástico han tenido que cerrar o abandonar el negocio del procesamiento de este material por la baja rentabilidad. Procesar la basura que se recupera en los contenedores amarillos y en los de los restos supone una tarea cada vez más cara y complicada con el actual sistema de gestión, según denuncia un grupo de recicladores.
El modelo de recogida en España, coordinado por Ecoembes, una entidad que representa a toda la cadena de producción y recuperación de residuos, se ha convertido en un esquema ineficiente e injusto para algunos operadores, según han explicado a este diario recicladores que han solicitado mantener sus nombres en el anonimato.
Cierres y abandonos
En los últimos tres años, tres recicladores de plástico han cerrado sus puertas por la falta de viabilidad: Artenius Green (Barcelona), Reciclados de PET (Andalucía) e Imparpet (Navarra). También otras tres empresas de reciclaje han dejado de tratar plástico y se han dedicado a otros materiales: Riverpet, Segaria y Rolplas. Las seis tenían una capacidad de procesamiento de 65.000 toneladas de plástico al año.
Los recicladores se quejan de que España es uno de los pocos países en Europa que no separan el plástico blanco (más valioso) del de colores. El hecho no es trivial: si un reciclador obtiene una gran cantidad de plástico de color, es posible tener pérdidas con el proceso, aseguran. En cambio, si recibe plástico blanco, obtendrá mayores rendimientos.
Además, aseguran que el sistema de adjudicación de paquetes de basuras (balas, en términos de la industria) es opaco y sólo termina por beneficiar a los envasadores y a los defensores del actual sistema: Ecoembes.
El modelo
Cada envase que se produce paga un impuesto para su tratamiento después del consumo. Es el llamado «punto verde» que, a fin de cuentas, costean los consumidores. Esta especie de tasa es gestionada por Ecoembes. A través de plantas de separación de residuos, la entidad reúne los plásticos y el cartón recogidos en los contenedores y finalmente los vende a recicladoras privadas. Son estas plantas las que deben comprar los residuos cuya gestión ya había sido pagada por los consumidores.
Pero los empresarios recicladores disconformes con el actual sistema aseguran que el plástico que compran viene mezclado con otro tipo de residuos completamente inútiles para el reciclado. «Casi la mitad de lo que me llega, tengo que devolverlo al vertedero porque no me sirve para nada. Me puede llegar un pedazo de pollo o un trozo de juguete entre el material», explica un empresario reciclador.
Calidad de los residuos
«Es una aberración, en términos de sostenibilidad, que los recicladores tengamos que devolver material al vertedero. El coste del transporte de residuos es sumamente elevado y nos repercute negativamente en la operativa. Nos hemos quejado pero no tenemos otra opción que seguir comprándoles residuos porque son un monopolio en España», explica un empresario.
Ecoembes niega que entregue plásticos de mala calidad a las plantas de reciclado. El consorcio explica que la mayoría están satisfechos con el material y con el actual sistema que, según sus cifras, recicla el 70% de los envases producidos en España.
Pero la cifra es puesta en duda por muchos conocedores del sector y por los críticos del esquema, como Retorna, que aboga por un modelo de depósito como el alemán, con el que cada consumidor pague 10 o 20 céntimos por envase que sólo serán recuperados si se devuelve el embalaje.