Seat ya asume que deberá presentar un nuevo ERTE por la crisis de los microchips
La compañía ya tiene prácticamente agotadas todas las medidas de flexibilidad previstas en el convenio colectivo, por lo que los despidos temporales vuelven a ponerse sobre la mesa
La fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) amaneció cerrada este lunes. La crisis de los microchips golpea con dureza a la firma española tras el mes de agosto. El centro mantendrá la persiana bajada hasta el miércoles y en la compañía asumen que los cierres se repetirán durante el último tercio del año. Con el horizonte sombrío que se vislumbra, la cúpula de la empresa ya sabe que deberá recurrir de nuevo a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para manejar la escasez.
Aunque todavía no arrancaron las conversaciones con los sindicatos, la plantilla ya se prepara para las negociaciones con la dirección de Recursos Humanos. Se espera que la medida tenga unas líneas similares o ligeramente más duras al ERTE presentado a comienzos de año, aunque se centró en 550 trabajadores, afectó a prácticamente toda la plantilla.
El consejero delegado de la compañía, Wayne Griffiths, admitió la semana pasada que la crisis de los microchips persistirá más allá de lo que estimaron en un primer momento. “La situación seguirá siendo difícil en la segunda mitad de 2021 y la primera de 2022, pero no puedo decir cuando está previsto que esto pase”, señaló en un encuentro con periodistas.
La organización tuvo que desconvocar turnos y suspender jornadas de trabajo de manera periódica en los últimos meses por la continua falta de piezas, que afecta a toda la industria de la automoción desde principios de año. “Tenemos que ser flexibles”, pidió el dirigente en un claro mensaje a los sindicatos.
Seat ha perdido aproximadamente 20 jornadas de producción desde el pasado mes de julio. Ahora mismo, prácticamente están ya agotadas las medidas de flexibilidad previstas en el convenio colectivo e incluso se le adeudan horas a algunos trabajadores.
Seat Martorell está ahora cerrada
Sin ir más lejos, la fábrica de Martorell está ahora mismo cerrada. La compañía comunicó el pasado jueves a los sindicatos que el lunes y martes bajará la persiana de las tres líneas de producción del centro catalán. El miércoles también se desconvocaron los turnos nocturnos de las plataformas uno y dos, las encargadas de ensamblar el Seat León, el Cupra Formentor, el Seat Ibiza y el Seat Arona. Solo funcionará la línea encargada del Audi A1.
De este modo, la planta catalana encadenará hasta cinco días seguidos sin actividad. Martorell ya estuvo cerrada el lunes y el martes de la pasada semana y volvió a quedarse sin ruido de motores el viernes. Siempre por la falta de semiconductores que ya provocó, por ejemplo, que estuviera un mes sin producir el modelo Audi A1 entre junio y agosto.
Más allá de las líneas de montaje, Seat suspendió turnos en prensas, chapistería y la planta de pintura previstos para el lunes y el martes.
Aunque desde la empresa se resisten a poner cifras a la caída, sí admiten que será imposible alcanzar los 483.000 vehículos previstos a comienzos de año, tal y como avanzó Economía Digital. En 2020, la producción ya fue menor de lo esperada y quedó en 350.000 coches por culpa de la pandemia.