Seat encabeza el bajón de ventas de Volkswagen en 2022
Las entregas de la automovilística catalana disminuyeron en 18% por la crisis de los chips, mientras que la media del grupo se queda en un descenso del 7%
Wayne Griffiths, presidente de Seat y de Anfac. EFE
Seat es la marca del grupo Volkswagen que más ventas perdió en 2022 por la crisis de los chips. La falta de abastecimiento hizo especial mella en la filial española del gigante automovilístico el año pasado, tras ser la única firma que consiguió remontar las matriculaciones en 2021 en comparación con el ejercicio anterior.
La empresa presidida por Wayne Griffiths vio como sus entregas se redujeron en un 18%, mientras que, de media, todo el grupo sufrió una bajada el 7%. Concretamente, Seat matriculó en todo el mundo 385.600 vehículos tras haber vendido 470.500 el año anterior. Su matriz sacó a la cerrera un total de 8,3 millones de coches, siendo el tercer año consecutivo que reduce sus entregas, primero por la pandemia y después por la falta de piezas y la consecuente reducción de producción.
El resto de empresas que configuran Volkswagen AG también bajaron sus ventas, pero en menor medida. Mientras que la marca que da nombre al grupo comercializó 4,5 millones de unidades, Škoda se quedó en las 731.300 entregas, unas contracciones del 6,8% y del 16,7% respectivamente. Por su parte, las marcas premium como Audi, Lamborghini, Bentley, notaron una leve bajada del 3,8% de media y Porsche incrementó las matriculaciones un 2,8%, siendo la única que mejora el registro.
La evolución de las ventas de Seat es muy dispar si se distingue entre las dos marcas que la integran. Mientras que Cupra, firme apuesta de la compañía, disparó sus ventas un 93% en ritmos sin precedentes, la marca homónima desplomó sus entregas un 40%. El mismo Griffiths explicó que, ante la persistente escasez de componentes, el fabricante español decidió priorizar los modelos de la marca deportiva dado que tienen márgenes más amplios y son más rentables: “Esto ha afectado inevitablemente a las entregas de Seat, pero era esencial para proporcionar estabilidad a largo plazo a la compañía en su conjunto”.
En este sentido, los sindicatos de la fábrica de Seat localizada en Martorell han apuntado en diferentes ocasiones que el reparto de los chips elaborado por la matriz alemana en tiempos de crisis beneficia a las fábricas que trabajan con modelos de Volkswagen y Audi dado que aportan un mayor beneficio, alargando los plazos de entrega de los automóviles de Seat, pese a que la demanda se mantiene alta. Por su parte, desde la dirección de la empresa siempre se ha atribuido esta disminución de sus registros a la crisis de los chips, que afecta a toda la industria automóvil global.
Crecimiento en 2021
La situación fue totalmente distinta en 2021. Aunque ya tenía que maniobrar con la falta de piezas, Seat consiguió vender un 10% más en comparación al año anterior gracias al crecimiento de Cupra y a la demanda de modelos electrificados. Mientras, el resto del grupo sufría una caída media del 4,5%.
En cualquier caso, los resultados publicados por Volkswagen este año tampoco dan buenas noticias. De hecho, y si el despegue de Cupra amortiguó el golpe en Seat, el crecimiento en las ventas de los modelos eléctricos, sobre todo en China, ha servido de colchón para el global del grupo.
La automovilística dirigida por Oliver Blume matriculó 572.100 coches totalmente eléctricos, un crecimiento del 26% en comparación con las cifras de 2021 y representando una cuota del 7% de todas las unidades distribuidas por el consorcio alemán. El grupo sigue siendo el líder del mercado de BEV en Europa y alcanzó la cuarta posición en este segmento en Estados Unidos. El mayor incremento se produjo en China, donde las entregas de BEV aumentaron un 68% interanual e impulsaron las ventas en el gigante asiático.
La creciente demanda de modelos híbridos y eléctricos también explicaría el descenso de la tradicional marca Seat. Aunque cuenta con versiones híbridas de algunos de sus coches, por ahora no se le ha adjudicado ningún modelo eléctrico. Los únicos BEV anunciados por la automovilística española hasta la fecha llevarán el sello de Cupra.
