Seat sale de pérdidas pese a vender un 30% menos de coches

A pesar la falta de semiconductores, Seat abandona los números rojos que le abandonan desde la pandemia. La automovilística española sufrió en 2020 la crisis sanitaria y en 2021 la escasez de microchips. Y aunque la ausencia de piezas se mantiene, la firma consiguió un beneficio operativo de 5 millones de euros en el primer trimestre de 2022 frente a las pérdidas de 36 millones del mismo periodo del año anterior.

El grupo Volkswagen presentó este miércoles los resultados del primer trimestre de 2022, que para el conglomerado se saldó con unas ganancias de 6.555 millones de euros pese a la guerra de Ucrania, que le obligó a cerrar algunas fábricas. Pudo mantener abierto el centro de Seat en Martorell (Barcelona), con menor dependencia de las piezas procedentes del este de Europa.

De este modo, la filial presidida por Wayne Griffiths logró volver a los números negros, tal y como se había fijado al cierre del año pasado. La empresa dejó atrás unas pérdidas de 36 millones en el primer trimestre de 2021 para registrar unas ganancias operativas de 5 millones de euros. Lo hizo gracias a las medidas de ahorro impuestas desde la organización y a la mayor disponibilidad de semiconductores: Seat se benefició de que otras plantas estaban cerradas para avanzar con la producción.

Sin embargo, la compañía sufrió un importante descenso de las ventas, pues los modelos que ensambla por fuera de Martorell también se vieron afectados. Las entregas se desplomaron desde las 157.000 unidades a las 107.000 unidades y los ingresos descendieron desde los 2.851 millones de euros a los 2.404 millones.

«El Cupra Formentor mantuvo su tendencia al alza de ventas y el Cupra Born ha sido bien recibido por el mercado», celebró el fabricante. Volkswagen ya advirtió que destinaría los microchips disponibles a los vehículos de mayor margen –los de la marca Cupra–, por lo que ambos modelos pudieron mantener su producción en detrimento de otros coches menos rentables.

«Seat no puede permitirse un tercer año en números rojos»

En las oficinas de Seat tienen claro que la compañía no puede permitirse un tercer año en números rojos. La automovilística española es la única filial de Volkswagen que cerró 2021 en pérdidas, provocadas por la escasez de semiconductores que recortó la producción en 120.000 unidades.

El mismo día en el que confirmó que ubicará su gigafactoría de baterías en Sagunto (Valencia) y movilizará 7.000 millones de euros para electrificar las fábricas de Volkswagen en España, admitió unas pérdidas de 256 millones de euros en 2021 frente a los –194 millones de 2020. Y, aunque este año se antoja incluso más complicado con la invasión de Ucrania, sabe que no puede volver a perder dinero por tercer ejercicio consecutivo.  

«Claramente 2021 no fue el año que esperábamos», lamentó el consejero delegado de la organización, Wayne Griffiths. «Nuestro punto de beneficios es demasiado alto, debemos conseguir mejoras en los costes y ganar eficiencias dentro del grupo; 2022 debe ser el año que volvamos a los números negros», añadió el director financiero, David Powels, aterrizado el pasado mes de julio a Martorell (Barcelona).  

“La mejoría en volúmenes fue ostensiblemente debilitada por la subida del precio de las materias primas y la escasez de semiconductores», advirtió Volkswagen. Durante la presentación de los resultados de 2021 ante los analistas, el director financiero del conglomerado, Arno Antlitz, se mostró especialmente crítico con el margen operativo de la enseña española, que fue del -2,4%. «A pesar de mayores ventas y un desarrollo alentador de la marca Cupra, Seat obtuvo un margen decepcionante de -2,4%. Esto deja claramente margen de mejora en 2022», dijo.  En el primer trimestre, la automovilística le dio la vuelta y situó el margen en un +0,2%