Seat cerrará el mejor año en dos décadas: Martorell fabricará 502.000 coches
La automovilística aspira a batir la producción del año 2019, si consigue mantener los volúmenes de trabajo actuales
Seat se prepara para dejar atrás la crisis de los suministros y vivir uno de los mejores años de su historia. Tras un primer trimestre todavía accidentado por la escasez de semiconductores, la automovilística catalana se ha propuesto recuperar el tiempo perdido e impulsar la producción en la segunda mitad del año con la vista puesta en superar la barrera del medio millón de vehículos salidos de la fábrica de Martorell, algo que solo ha conseguido dos veces en sus 30 años de vida. De mantener el volumen de fabricación actual, cerraría el año con 502.000 vehículos producidos, la mejor cifra en décadas.
Seat solamente ha alcanzado las 500.000 unidades anuales en dos ocasiones, la primera el año 2000 y la segunda en 2019, el año previo al covid y a la posterior crisis de la automoción por la falta de piezas. De cumplirse las previsiones, Martorell dispararía en un 37% la producción del año 2022, muy afectado por los problemas en la cadena de suministro, y superaría en un 0,4% el volumen de fabricación anterior a la pandemia.
Según ha trasladado esta semana la dirección al comité de empresa, Seat empieza a vislumbrar cierta estabilidad en el suministro de chips, por lo que espera explotar al máximo la capacidad de producción de la fábrica para cubrir la demanda acumulada de sus coches. Fuentes de la compañía aseguran que una previsión de 502.000 coches representa un “escenario optimista”, que se podría alcanzar si no se repiten episodios puntuales de cierre de líneas y se pueden llevar a cabo los turnos adicionales programados para las próximas semanas. En cualquier caso, la compañía consideraría muy positivo para su negocio un aumento de producción menos elevado, de, por ejemplo, un 20% interanual.
Desde hace semanas, la fábrica de la compañía catalana ensambla 2.200 vehículos diarios, un volumen de trabajo que no alcanzaba desde 2019. Por otro lado, la compañía ha convocado turnos adicionales en fines de semana para las líneas 1 y 2 en los meses junio y julio. Este mes, ambas plataformas estarán operativas los sábados 10 y 17, mientras que la 2, que produce los coches más rentables de la filial de Volkswagen, también estará activa en el turno de noche del domingo 11. En julio, el Arona y el Ibiza (línea 1) se producirán adicionalmente el 8 y el 15 de junio, mientras que la línea que ensambla los Cupra Formentor y León y el Seat León estará en marcha los días 1, 8, 15 y 22 por la mañana y los días 2, 16 y 23 por la noche.
Martorell no cierra en agosto
Eso sí, la compañía dirigida por Wayne Griffiths siempre priorizará tener abierta la planta de lunes a viernes, por lo que se podrían anular estos turnos, si trabajar los sábados y domingos implicara detener alguna de las líneas entre semana.
En agosto, el ritmo de producción será más lento, dado que iniciará el periodo de vacaciones. Para evitar cerrar la fábrica, Seat contratará 900 empleados temporales, que permitirán mantener la línea 2 a dos turnos, uno menos de lo habitual. En el octavo mes del año, se parará la producción en las líneas 1 y 3, la del Audi A1, mientras que durante el conjunto del corredor de vacaciones la 1 se reducirá de dos turnos a uno y medio.
El incremento de producción ha permitido a la compañía impulsar las ventas, tanto de la marca Seat como de Cupra. Según los datos trasladados al comité de empresa y publicados por UGT, de enero a abril los vehículos Seat se han vendido en un 13,8% más respecto al mismo periodo de 2022 en el mercado europeo, mientras que Cupra se dispara en un 53%. En España, el Arona ha recuperado su puesto como el coche más vendido en el país, después de perderlo en 2022 por la bajada de producción.
En el global del sector, la producción de vehículos en los primeros cuatro meses del año acumula un crecimiento del 15,7%, según datos de la patronal de los fabricantes automovilísticos, Anfac. Pese a los buenos registros, la organización encabezada por el presidente de Seat no da carpetazo a la crisis de los chips y alerta que la actividad en los centros sigue estando condicionada por el ritmo de aprovisionamiento de componentes.