Seat plantea recortes a la plantilla por la llegada de los modelos eléctricos
El fabricante admite que para ensamblar un coche limpio se necesitan un 30% de horas, por lo que los sindicatos alertan de un sobrante de 2.300 personas. La empresa asegura que no es posible hacer todavía un cálculo
Tras dos años con el convenio colectivo prorrogado, Seat abre el melón de su nuevo convenio colectivo. Después de atravesar la crisis del coronavirus y la escasez de semiconductores, la organización se prepara ahora para afrontar la electrificación de la fábrica de Martorell (Barcelona). El salto de los combustibles a la electricidad no será gratis. Además de la inversión necesaria, comportará recortes de plantilla por el excedente de personal que provocará el cambio.
Dirección y sindicatos mantuvieron este miércoles su primera reunión para negociar el marco laboral de la empresa en los próximos años. Sobre la mesa, la necesidad de adaptar la plantilla a los volúmenes de trabajo que supone producir un vehículo limpio, como hará el centro catalán a partir de 2025. La compañía sabe que ensamblar el automóvil requiere un 30% de horas menos. Menos actividad, menos puestos.
La negociación versará sobre el tamaño del recorte. Fuentes sindicales explicaban a Economía Digital que las salidas podían alcanzar las 2.300 personas si se aplicaba también un ajuste al 30% de la plantilla destinada a la producción. A esta cifra habría que sumarle los 1.300 empleados de la planta de El Prat de Llobregat (Barcelona), con el futuro en entredicho, y los indirectos, más difíciles de cuantificar.
De este modo, los despidos podrían alcanzar los 3.600 asalariados de cumplirse los peores presagios del comité de empresa. «Es inasumible hacerlo solo por razones de edad, hasta 2025 solo se jubilarán 800 trabajadores», advierten las mismas voces. Queda por ver como afrontará Seat el ajuste.
La filial de Volkswagen AG –el grupo que forma con Volkswagen, Audi, Skoda y Porsche— rechaza que se vayan a alcanzar estas cifras. Parte de los procedimientos ya están muy automatizados, por lo que las horas reducidas allí no afectarían al empleo. El golpe, todavía por cuantificar, sería menor. Además, también pretenden compensar parte de la caída de la actividad con un incremento de los coches producidos.
Sin embargo, la firma que dirige Wayne Griffiths asume que no será suficiente. En una nota enviada a la plantilla, insistió «la reducción del 30% de las horas no significa que derive en el 30% de reducción de la plantilla». A continuación, advirtió: «estamos trabajando para aumentar los volúmenes de producción en los próximos años y poder compensar parcialmente esta disminución». Parcialmente. Esa fue la palabra que alertó a los sindicatos.
«Estamos trabajando para compensar parcialmente la disminución», explica Seat
Sindicatos y empresa ya asumían desde hace años –como ha sucedido en otras fábricas europeas– que electrificar Martorell implicaría sacrificios debido a la caída de la carga de trabajo. Con el objetivo de ensamblar 500.000 vehículos limpios a partir de 2025 gracias a los fondos europeos, esta será la negociación clave para conocer las condiciones de la plantilla en la nueva Seat. Las medidas se podrán aplicar eso sí en los próximos tres años.
Junto con el recorte, del que todavía no hay detalles al haberse celebrado apenas la primera reunión, Seat planteó también el incremento de la jornada anual por encima de los 214 días actuales. El próximo encuentro será el 23 de febrero.
Pero además de marcar las bases del futuro, el nuevo convenio colectivo también mira al pasado al estar prorrogado desde hace dos años. Más en un contexto inflacionario como el del 2021, con una subida del Índice de precios al consumidor. Como explicó Economía Digital, los trabajadores tenían claro que pedirían un aumente salarial equivalente, pero la compañía les sorprendió con la congelación de los sueldos del año pasado, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo.
Las dudas de la fábrica de Componentes
El comité de empresa alertó de la incertidumbre sobre la fábrica de Componentes a finales de enero. Hoy el centro de El Prat de Llobregat (Barcelona) produce cajas de cambio, que ya no serán necesarias cuando las plantas del conglomerado sean puramente eléctricas. Lo lógico hubiese sido asignarle la elaboración de los nuevos motores, aseguran. No será así: aunque todavía no es oficial, sí es oficioso que los propulsores se otorgarán al centro que Audi tiene en Hungría.
“No entendemos ni podemos compartir que a Seat Componentes no se le asigne la fabricación del motor eléctrico para el coche Small BEV, que se producirá en exclusiva a partir de 2025 en las plantas de Martorell y Landaben (Navarra)”, dijo el comunicado firmado por CCOO y UGT, los dos principales sindicatos de Seat. El centro emplea a 1.300 personas.
El futuro de la planta catalana fue el tema central de la reunión mantenia por parte de ambas organizaciones con la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el pasado jueves en Martorell. “Pedimos a la ministra que traslade nuestro malestar y preocupación”, explican.
“El plan de electrificación contempla la transformación de todas las fábricas de España”, responde Seat
De este modo, solicitan que se busque alguna alternativa industrial vinculada al futuro eléctrico del ecosistema de Volkswagen en España; ya sea en materia de gestión de residuos o para prestar servicios añadidos a las baterías. En principio, el centro satélite de la automovilística en Zona Franca (Barcelona) se ocupará del ensamblaje de los cargadores, por lo que su futuro estaría garantizado.
Fuentes sindicales explican a este medio que su principal reivindicación es que la concesión de las ayudas vinculadas al Perte del automóvil venga acompañada de una obligación de que se mantenga el empleo en la red de fábricas del país. “No tiene sentido que por un lado obtengan los fondos y por el otro se lleven la producción de los motores eléctricos a Hungría”, señalan.
Mientras, un portavoz de Seat rechazó las dudas sobre el centro: “El plan de electrificación de la compañía contempla la transformación de todas las plantas productivas en España.” “De momento, no podemos comentar detalles más concretos sobre esta transformación”, añadió.