Seat pierde 256 millones de euros por la crisis de los semiconductores
La automovilística incrementa los números rojos desde los 194 millones de 2020 por las dificultades para producir nuevos vehículos
Aunque se lo impuso a comienzos de año, el 2021 no fue el ejercicio de la recuperación para Seat. La automovilística española pasó del coronavirus a la escasez de semiconductores y el impacto de la falta de suministros fue incluso peor que la pandemia para sus cuentas. En la última campaña, las pérdidas ascendieron desde los 194 millones hasta los 256 millones de euros a pesar de la mejora del Ebitda y la subida de las ventas.
La compañía con sede en Martorell (Barcelona) consiguió un crecimiento del 5,8% de los ingresos, que saltaron desde los 8.748 millones de euros hasta los 9.256 millones de euros. La mejora llegó de la mano de un incremento de los automóviles vendidos: la cifra creció el 1,2% desde los 468.403 coches hasta los 474.401 coches.
Sin embargo, la recuperación del negocio no fue suficiente para dar la vuelta a los resultados de la empresa que lidera Wayne Griffiths. Si en 2020 había perdido 194 millones de euros, en 2021 los números rojos fueron de 256 millones. «La mejoría en volúmenes fue ostensiblemente debilitada por la subida del precio de las materias primas y la escasez de semiconductores», había lamentado ya Volkswagen en su informe financiero.
A lo largo de toda la campaña, la planta de Seat en Cataluña se vio afectada por cierres temporales y suspensiones de turnos por la falta de piezas. Además, tuvo que presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que estará vigente hasta al menos el próximo 30 de junio.
«Claramente 2021 no fue el año que esperábamos», lamentó el consejero delegado de la organización, Wayne Griffiths. La compañía por ejemplo fábrico hasta 125.000 coches menos de los que tenía previsto ante la imposibilidad de abastecerse de semiconductores, especialmente durante la segunda mitad de 2021.
A pesar de las dificultades, Seat sí logró mejorar su Ebitda, que escaló hasta los 370,6 millones de euros frente a los 417,7 millones de euros. Las inversiones también se redujeron desde los 820,5 millones hasta los 741,1 millones de euros.
Ucrania ensombrece la recuperación de Seat
Durante una presentación ante los analistas celebrada la pasada semana, el director financiero de Volkswagen, Arno Antlitz, se mostró especialmente crítico con el margen operativo de la enseña española, que fue del -2,4%. «A pesar de mayores ventas y un desarrollo alentador de la marca Cupra, Seat obtuvo un margen decepcionante de -2,4%. Esto deja claramente margen de mejora en 2022», dijo.
La compañía sabe que no puede permitirse otro año en números rojos. Así lo admitió públicamente el director financiero de la firma, David Powels. «Nuestro punto de beneficios es demasiado alto, debemos conseguir mejoras en los costes y ganar eficiencias dentro del grupo; 2022 debe ser el año que volvamos a los números negros», advirtió. El esfuerzo de los sindicatos, que deberán aceptar tanto mantener los ERTEs actuales como incrementar la carga de trabajo cuando haya disponibilidad de semiconductores, será necesario.
Sin embargo, la invasión de Ucrania vuelve a complicar el escenario. «Estamos ante una tormenta perfecta como no había visto antes», admitió Griffiths. A pesar de la ambición de volver a ser rentables, en el seno de la compañía asumen que el impacto de la guerra puede ser peor que la pandemia y la crisis de los semiconductores. Después de tres semanas del inicio del conflicto, la fábrica de Martorell (Barcelona) trabaja a medio gas y la planta de Volkswagen en Zwickau (Alemania), que ensambla el Cupra Born, está cerrada.