Seat pierde 194 millones en 2020
La automovilística española anuncia la fabricación de un coche eléctrico en Martorell en 2025 si se cumplen los requisitos que exige
Tras años de encadenar récords de ventas y beneficios, el coronavirus aguó la fiesta a Seat. La automovilística española venía de obtener unas ganancias de 346 millones de euros, pero el estallido de la pandemia provocó un desplome del resultado hasta unas pérdidas de 194 millones.
La filial de Volkswagen AG –el grupo que también engloba a Audi, Skoda y Porsche– sufrió un descenso del 21% de los ingresos, que quedaron en 8.784 millones frente a los 11.157 del ejercicio anterior. Las entregas quedaron en 427.000 unidades, el 25,6% menos de las 574.100 que comercializó en 2019.
Además, Seat tuvo que hacer frente a las sanciones de la Unión Europea al incumplir los límites de emisiones marcadas por la institución. De este modo, el resultado operativo quedó en unas pérdidas de 260 millones de euros.
«Nuestro objetivo es aumentar las ventas y recuperar nuestros volúmenes a los niveles anteriores a la Covid-19», señaló el presidente de la compañía, Wayne Griffiths. «La clave será el aumento de las ventas de eléctricos así como la reducción general de gastos y la gestión de los ingresos», añadió.
Seat sobrevive en sus mercados estratégicos
A pesar del golpe, la empresa celebró haber mantenido su cuota de mercado en países estratégicos como Alemania, Italia, Suiza y Turquía. Los márgenes se mantuvieron al alza; una tendencia que se mantiene desde la ofensiva SUV iniciada hace más de un lustro. Durante este 2021, el lanzamiento del Cupra Formentor híbrido y el Cupra Born consolidarán la tendencia.
Cupra se convirtió en una pieza importante del engranaje Seat. En 2020, las ventas alcanzaron los 27.400 vehículos, el 11% más que en 2019. El grupo confirmó que en 2024 pondrá al mercado el Cupra Tavascan, el tercer modelo propio de la firma tras el Born y el Formentor.
Seat pone fecha al nuevo eléctrico
Además de dar a conocer los resultados de 2020, Seat también anunció la fabricación de un nuevo eléctrico que todavía no se sabe si se comercializará bajo su marca tras dar marcha atrás el año pasado con el Born, que finalmente saldrá al mercado bajo el sello Cupra. La fecha prevista es 2025.
La compañía se resiste a oficializar la planta en la que se producirá el automóvil, aunque su intención es que sea en Martorell (Barcelona). Para que sus planes se hagan realidad, la automovilística exige la colaboración del Gobierno en el impulso del coche de cero emisiones.
Según la hoja de ruta, las ventas de eléctricos deberían impulsarse este mismo 2021 a través de incentivos y de una mejora de la red de puntos de carga, apartado en el que España está muy lejos de la media europea.
Luego será el momento de erigir una planta de baterías cercana a Martorell, proyecto que debería financiarse con los fondos europeos. El grupo ya trabaja con varias empresas del sector y el Ejecutivo para hacerla realidad, aunque el dinero continental todavía no está disponible.
De cumplirse los requisitos impuestos por Seat, la compañía producirá su primer vehículo eléctrico en el país.