Seat fabricará baterías para su coche eléctrico en Nissan Zona Franca

A pesar de que no hay ni siquiera una oferta en firme por comprar la fábrica de Nissan en Barcelona, el flamante conseller d’Empresa, Ramón Tremosa, ya se atreve incluso a desvelar la implicación de la automovilística Seat en el procedimiento si se consolida la intención de la Generalitat: transformar el centro en una planta de baterías eléctricas.

En una entrevista concedida a La Vanguardia, Tremosa, aseguró que existen negociaciones con varias empresas «para producir baterías eléctricas que luego utilizaría Seat para la fabricación de un coche sostenible».

El dirigente catalán defendió que los proyectos «pondrán en valor la inversión de Volkswagen en Cataluña«, de 5.000 millones de euros hasta 2025, aunque no está proyectada la fabricación de ningún vehículo eléctrico en la planta de Martorell (Barcelona).

Las propuestas se debaten ahora mismo en la mesa de reindustrialización constituida por Nissan Motor Ibérica, sindicatos y administraciones públicas.

Tal y como explicaron a Economía Digital el día previo de la constitución de la mesa, un negocio relacionado con la automoción sería «lo mejor». Desde CCOO defendieron que desde los trabajadores tenían asumido que podría tratarse de sectores afines –o no tan afines– y ya se especulaba con una posible reconversión en baterías. 

Entre baterías y motos eléctricas

Por el momento, los grandes nombres salidos a la palestra son los de Schneider y LG, que ensamblarían baterías eléctricas en la capital catalana.

Pero no solamente estas podrían estar interesadas en adquirir el centro. Silence, el fabricante de las motos eléctricas de Seat, ha preparado su entrada al mercado de cuatro ruedas. Esta start-up catalana de producción de motocicletas cero emisiones ha entrado en el escenario con más fuerza, pues las produce para Acciona, que posee una de las plataformas de motos compartidas más utilizadas de España, y para Seat. 

La intención del fabricante es lanzar un vehículo biplaza similar al Renault Twizy para ampliar su mercado dentro del sector de la movilidad sostenible. Y tras conocer el adiós de Nissan, fuentes del sector explicaron –tal y como publicó Economía Digital– que Silence ya se postula para ocupar parte de las instalaciones de la Zona Franca para arrancar con la producción del automóvil.

Silence fabrica sus motos en Molins de Rei (Barcelona) y ha inaugurado nuevas instalaciones en Sant Boi (Barcelona) pero necesita más espacio para producir el coche. No ocuparía toda la fábrica de Nissan, que cerrará en diciembre aunque luego tendrá que ser desmantelada, pero sí es un proyecto que cumple con los deseos de las administraciones: que se dedique a la movilidad eléctrica. Además, tiene el plus que sería una empresa local.