Seat sale de pérdidas y gana 68 millones de euros
El impulso de Cupra y un plan de eficiencia permite a la automovilista recuperar la rentabilidad
Seat recupera la rentabilidad. La automovilística española ganó 68 millones de euros en 2022 tras registrar su segunda mejor cifra de negocio de la historia y aplicar 16 líneas de trabajo para mejorar la eficiencia operativa de la compañía.
Con esta cifra, Seat consigue superar el bache que supuso el Covid primero y después la crisis por la escasez de semiconductores, aún persístete. En este sentido, la compañía sale de las pérdidas registradas en 2021, que sumaron 256 millones de euros. Sin embargo, sigue lejos de las ganancias de cerca de 346 millones que logró en 2019, el mejor año de su historia.
Cupra por las nubes
El principal factor que permitió a la empresa dar la vuelta a sus cuentas fue la subida de los ingresos, que crecieron un 14% hasta los 10.513 millones de euros, pese a sacar a la carrera un 4% menos de vehículos. La subida de precios, pero sobre todo el crecimiento exponencial de las entregas de Cupra, con coches mucho más rentables, fueron las principales palancas que incrementaron la cifra de negocio. Concretamente, los ingresos por vehículo crecieron un 18%.
Además, según ha explicado David Powels, el vicepresidente ejecutivo de Finanzas e IT de Seat, la compañía con sede en Martorell (Barcelona) impulsó el pasado 2022 un plan de 16 líneas de trabajo para mejorar la eficiencia de la automovilística. «La estructura empresarial no era lo suficiente mente robusta, el margen de beneficio dependía de las entregas», ha señalado el directivo.
Algunas de las medidas puestas en marcha fueron una mayor gestión de los costes, la apuesta por vehículos más rentables o la optimización de las inversiones. «Hemos creado el impulso y la base para el cambio de tendencia en nuestro beneficio».
Antes, para ser rentables, la compañía debía de entregar unos 48.000 coches al mes. Con la caída de las ventas registrada desde 2020, resultaba muy difícil superar esta barrera. Los nuevos ajustes han rebajado este umbral a los 38.000 vehículos.
Todo esto ha permitido registrar un ebitda de 505 millones de euros, 227 millones más que en el pasado ejercicio. El resultado operativo hubiera crecido hasta los 179 millones de euros, frente a las perdidas de 371 obtenidas en 2021, pero el plan de ajustes derivado del convenio colectivo firmando en verano de 2021 por el que se aprovisionan los gastos de personal para hacer frente al plan de salidas voluntarias derivado de la electrificación de la fábrica de Martorell mantiene esta cifra en negativo, en 114 millones.
De cara a este 2023, el CEO de la compañía, Wayne Griffiths, se ha mostrado optimista tras obtener un repunte de las ventas de coches a principios de año. Hasta febrero, la compañía ha entregado 71.500 coches, un 27% más que en los primeros dos meses de 2021. Las entregas de la marca deportiva mantienen su crecimiento imparable y se incrementan en un 75%, mientras que la marca Seat crece en un 12%. Griffiths ha asegurado que espera volver a balancear la producción de ambas marcas este año tras unos efectos de la crisis de los chips que han beneficiado notablemente a Cupra.
La compañía continúa preparándose para la electrificación tanto de la factoría de Martorell, así como del resto de centros del grupo Volkswagen en España. Mientras sigue negociando con su matriz la instalación de la segunda plataforma eléctrica, el objetivo está puesto en entablar 3 millones de eléctricos en el centro catalán y en el de Navarra entre 2025 y 2030 en ambas fábricas.