Scytl rebaja el escándalo del 26-M a un mero problema de reputación
Scytl, la empresa concesionaria de las elecciones municipales del 26-M, defiende que son expertos en el voto por internet
Cambio de ganador en Ibiza -del PP al PSOE– y baile de escaños en León. Esas han sido algunas de las consecuencias del fallo de Scytl, la empresa concesionaria de las elecciones municipales del 26-M. Sin embargo, la compañía no está preocupada por el futuro de sus actividades, y rebaja el escándalo electoral a un mero problema de reputación.
«Es muy habitual, pasa en todos los procesos. Siempre hay ruido porque es un mercado susceptible y ya estamos más que acostumbrados«, explican fuentes de Scytl que añaden que si estuvieran preocupados no se dedicarían a esto. «Somos expertos en voto por internet y somos los líderes mundiales», apuntan.
Así, la empresa catalana no está preocupada por el impacto que pueda tener en sus adjudicaciones, ya que están confiados del trabajo que hacen, en una gran medida en el extranjero.
El Gobierno ha admitido «descuadres» con los votos en la web del Ministerio del Interior
Scytl recuerda que tiene proyectos del sector público en países como Australia o Canadá. Además, hablan sobre una «fuerte expansión» en el sector privado. «Nuestra filial Civiciti está teniendo una muy buena acogida, especialmente en España, Canadá, Estados Unidos, Brasil, Colombia y Chile», aseguran.
Scytl le arrebató el concurso del recuento en estos comicios a Indra con una rebaja del 20%. El presupuesto de partida era de 12 millones sin IVA y la empresa se ofreció a hacerlo por 7,24 millones, mientras que Indra presupuestó nueve. Este miércoles el Gobierno ha admitido «descuadres» con los votos en la web del Ministerio del Interior, que ha atribuido a Scytl.
Cámara de Barcelona
No es la única vez que Scytl tiene polémica por su trabajo en unas elecciones. La empresa se hizo cargo recientemente de la votación en la Cámara de Comercio de Barcelona, donde salió vencedor el independentista Joan Canadell.
El sistema informático de la empresa registró múltiples fallos técnicos que resultaron en la misteriosa desaparición de votos no independentistas, según denunciaron desde sectores de las candidaturas.
Grupos de empresas que habían votado en un determinado sentido vieron cómo en el cómputo final aparecían contabilizados menos votos de los depositados en los ordenadores.
Por su pate, la propia empresa publicó un comunicado en el que aseguraba que las acusaciones no tenían «fundamento fáctico» y que se basaban en publicaciones y comentarios «infundados de terceros que no contrastaron la información».