Sasi negocia con la banca para evitar la insolvencia

La popular inmobiliaria catalana arrastra deudas por valor de 10 millones debido a varios proyectos fallidos. Los activos del grupo superan el valor del pasivo, por lo que Sasi espera lograr la financiación necesaria para continuar con su actividad

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El estado financiero de la inmobiliaria catalana Sasi es crítico, aunque la compañía estaría trabajando en varios escenarios para reconducir la situación. Todos ellos están condicionados al veredicto de sus bancos acreedores –cinco en total–, con los que se está negociando principalmente la restauración de las pólizas de crédito que le permitan financiar el circulante. En caso de recibir una respuesta favorable, la compañía sería reestructurada.

Con una deuda que, en su conjunto, supera los 10 millones y unos resultados de explotación que arrojaron pérdidas por más de 283.000 euros en 2009, la otrora gran red de franquicias especializada en la venta de pisos –fundada en 1982 por Fausto Seren– afronta un momento crucial para evitar una posible situación de concurso de acreedores.

Necesita recuperar las pólizas de crédito que le permitían hasta hace unos meses financiar su día a día, como ha sucedido durante los últimos ejercicios. Según los resultados de 2009 –aún no ha presentado el 2010–, Sasi tenía una tesorería negativa de 20.000 euros.

El deterioro de sus cuentas es notable en los últimos tres años. De unos beneficios de más de 144.000 euros logrados en 2007, el último año del periodo de bonanza económica, sus resultados se han deteriorado hasta unas pérdidas de más de 800.000 euros en el año siguiente. Los números rojos se recortaron en 2009. Los problemas empezaron cuando tres proyectos inmobiliarios fallidos –los únicos en los que Sasi actuó como promotor– lastraron sus cuentas. Esta estrategia ha generado un volumen importante de deuda, que hoy por hoy supera los 10 millones.

Optimismo

Su fundador está convencido de que salvará a la compañía y ha contratado a una consultora especializada, Martín & Asociados, para que tome las riendas de Sasi. “El problema sólo está en las pólizas de crédito… nos las cortaron de la noche a la mañana. Nuestros activos –que se están tasando– valen más que el pasivo acumulado”, según explica el nuevo responsable de las finanzas de la empresa, Javier Sánchez, a Economía Digital. “Estamos convencidos de que seguiremos trabajando y por ello queremos salvaguardar la reputación de la compañía. Estamos hablando con todos los proveedores y clientes”, destaca.

Además de negociar con la banca acreedora, Sasi está liberando a sus más de 100 clientes actuales de la exclusividad que les obligaba a ceder los derechos de venta de sus inmuebles a la inmobiliaria. “Por otro lado se atiende y se explica la realidad a los pocos proveedores que tenemos”, según Sánchez. Este medio ha podido comprobar que la mayoría de su red de oficinas –en régimen de franquicia– opera con normalidad.

Desde que las deudas empezaron a condicionar la actividad de la inmobiliaria, la plantilla se ha reducido del centenar de trabajadores hasta los 18 actuales.

Ismael García Villarejo

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