Santander sufre en Polonia: la guerra de Ucrania arruina sus previsiones
El banco preveía un crecimiento del PIB en 2022 del 5% pero ahora se ve obligado a cambiar sus previsiones por su cercanía a Ucrania y el impacto en el comercio exterior
El Banco Santander no está físicamente en la zona de conflicto, es decir, no tiene oficinas (ni siquiera de representación) en Rusia o Ucrania, y tampoco financia a ninguna empresa de estos dos países, por lo que el grupo no tiene una exposición directa a la guerra. Pero si tiene exposición indirecta por la proximidad geográfica con Polonia, un país donde el banco cuenta con 5,4 millones de clientes y 440 oficinas.
Santander Bank Polska aporta al beneficio del grupo 161 millones de euros, según los últimos datos hechos públicos, y se enfrenta desde el pasado jueves al riesgo de que se paralicen por completo o parcialmente las exportaciones de las empresas polacas a Ucrania y Rusia, y viceversa. Por esta y otras razones, el pasado viernes, justo después de que Moscú empezara a desplegar sus tropas, el departamento de análisis del banco advirtió que tendrían que reformular las previsiones económicas con las que trabajaban para este año.
Antes del conflicto, el Santander destacaba que la economía polaca estaba entrando en el nuevo año con un “fuerte impulso”, lo que debería permitir que el crecimiento del PIB en 2022 se mantuviera cerca del 5% apoyado principalmente en el sector manufacturero y las exportaciones.
Ahora este escenario ha cambiado y planean lanzar las nuevas previsiones para la economía polaca esta misma semana. Santander Bank Polska sabe que es “demasiado pronto para dar cifras precisas, pero la dirección parece obvia: un crecimiento económico más débil y una mayor inflación”.
Las consecuencias ya son visibles, añaden. Hay precios más altos de las materias primas, energía y alimentos. También entienden que “con alta probabilidad” una de las industrias más afectadas será el comercio entre Ucrania y Rusia con Polonia. Actualmente, las exportaciones suponen un 3% del PIB del país y las importaciones, otro 5%.
Polonia exporta a esos países lotes de productos químicos, sobre todo perfumes, además de equipos médicos y maquinaria para la agricultura. Del otro lado, Polonia recibe de ellos materias primas energéticas, metales, alimentos y madera. Durante el anterior conflicto (el de 2014) la caída del comercio exterior fue de entre el 10% y el 20%. Esta vez, “puede ser más grande debido a una actividad militar más amplia y más dura”, advierten.
La filial polaca del Santander también destaca que la reunión del Banco de Canadá este miércoles -donde espera que no haya subida de tipos o sea menor a lo previsto- puede ser una “señal importante”, además de un ejemplo para el resto de bancos centrales en sus decisiones de política monetaria
En cuanto a las monedas de la Comunidad Económica Europea (CEE), aunque el pasado viernes lograron estabilizarse, los analistas del Santander no se mostraban convencidos de que hubiera pasado lo peor, a sabiendas de que su comportamiento dependería de las nuevas acciones de Rusia.
“Si la tensión geopolítica aumenta, el zloty puede ser vulnerable a una mayor liquidación”, aseguraban. Principalmente si escala el conflicto y el comercio en rublos (la moneda rusa) se ve comprometido por las sanciones. Y esto es precisamente lo que ha pasado después de que este fin de semana la Unión Europea haya bloqueado el espacio aéreo a Moscú, haya expulsado a ciertos bancos rusos del sistema Swift y congelado los bienes de aquellas personas próximas a Vladímir Putin.
El rublo amanecía este lunes con una caída de más del 40% en su cruce frente al euro y el dólar que llevaba a Rusia a subir los tipos de interés desde el 9,5% hasta el 20%. Mientras que el zloty, más moderado, se dejaba un 1,5%. Los analistas del Santander confían en que la divisa polaca pueda permanecer en el rango de 4.60-4.70 en las próximas semanas, aunque saben que la volatilidad permanecerá elevada.
Santander elimina comisiones en las transferencias con Ucrania
Los bancos que operan en Polonia, incluido el Santander Bank Polska, el tercero más grande del país por activos, decidieron el pasado viernes no cobrar comisiones en las transferencias que hicieran sus clientes polacos hacia Ucrania o al revés. Una decisión que también tomaron otras entidades como ING, que posee parte de su negocio allí.
“Debido a la situación actual en Ucrania, hemos tomado la decisión de no cobrar nuestras tarifas por transferencias entrantes y salientes a Ucrania hasta el 31 de marzo, tanto a clientes individuales como a empresas”, explica el banco en su web polaca.
Una medida que aplica para transferencias ordinarias y urgentes, y en cualquier moneda. “Estamos de todo corazón con nuestros clientes y empleados de Ucrania…. Observamos la agresión contra Ucrania con gran tristeza y dolor. En este momento tan difícil, nos solidarizamos con nuestros amigos, empleados, clientes y la nación ucraniana”, expresaba el banco en un mensaje en Twitter.