Santander pone el foco en España, México y EEUU para ganar tamaño y rentabilidad  

Santander quiere ser un banco global, pero sobre todo aprovechar su tamaño para ganar economías de escala y ahorrar costes. En su nuevo plan estratégico para 2023-2025, la entidad se ha marcado como objetivo elevar la rentabilidad sobre activos tangibles, que en el sector se conoce como ROTE, al 17%. En 2022, este dato cerró en el 13,4%. En paralelo la entidad se marca una mejora de la meta de eficiencia hasta el 42% en 2025.  El camino es utilizar su plataforma bancaria para poder escalar su actividad y llevar aquellos productos que funcionan en un mercado al resto de países. De tal forma que el coste de la inversión tecnológica quede diluida en una gran cifra de clientes, que esperan que cierre 2025 en los 200 millones.

España, México y Estados Unidos son los mercados, dentro de los países donde opera Santander, que están más avanzados en lo que denominan “One Transformation”, el proceso de integración dentro del propio banco. Los objetivos del grupo se basan en que simplificar procesos, concentrarlos y la automatización de aquello que pueda ser más ágil, lo que acabarían conllevando menores gastos.

“No es el futuro, sino el presente”, señaló Ana Botín, presidenta de Santander en el Investor’s Day celebrado este martes en Londres donde desgranó los detalles de su hoja de ruta para los próximos tres ejercicios. Botín puso como ejemplo el caso de Portugal, donde el banco ya ha reducido el porcentaje de peso de la actividad operacional en las sucursales frente a los servicios centrales.

De esta forma, si de media en los mercados donde opera el banco este tipo de actividad suponen entre un 20 y un 50% del trabajo de las oficinas, en Portugal se ha reducido a un 10%. Esto permite que las sucursales puedan dedicarse a otro tipo de actividad.

La mejora de la eficiencia  

Con un ratio de eficiencia que se sitúa en el 45,8%, el grupo espera mejorar hasta el 42% en 2025. En este camino, según explicó el consejero delegado Héctor Grisis, habrá varios factores en los que apoyarse. Por un lado, estiman que la integración dentro de “One Transformation”, mejore entre 200 y 250 puntos básicos esta ratio. A lo que suman, entre 100 y 150 puntos básicos del uso de plataformas compartidas para todo el grupo como el caso del hub de pagos o los servicios para comercios. Mientras que otros 50-75bps provendrían de las mejoras tecnológicas.  

“El mundo ha cambiado desde la última vez que nos vimos”, dijo Botín. El anterior fue presentado en 2019, antes de a la pandemia del COVID y a la guerra de Ucrania, que han dado la vuelta a cualquier escenario previo.  

Entre las dos fechas, lo que sigue presente en la hoja de ruta de Santander es la apuesta por la digitalización, aunque si antes el discurso diferenciaba entre “grandes trasatlánticos”, las filiales de banca más convencional, y los «pequeños barcos a motor», en referencia a las filiales más tecnológicas. Ahora, el discurso se dirige hacia la integración de procesos dentro del todo el grupo.  “Queremos ser un banco digital con oficinas”, resumió Botín en el Investor Day de este

Todo enfocado a un crecimiento tanto de clientes, donde el grupo espera aumentar en 40 millones los clientes actuales hasta alcanzar los 200 millones en 2025. “El mercado ha cambiado, tenemos que estar orientados hacia el producto, poner el cliente en el centro para captar a estos clientes”, señaló el consejero delegado del grupo Héctor Grisi ante las preguntas de los analistas.  

Este avance contribuirá a aumentar los ingresos en torno al 7-8% al año de media en euros constantes en 2023-2025. 

Santander incrementará la política de retribución al accionista desde aproximadamente el 40% hasta el 50% del beneficio entre 2023 y 2025. Para lograr este objetivo se valdrá tanto de dividendos en efectivo, como con recompra de acciones.  El grupo anunció que ha recibido la aprobación regulatoria para un nuevo programa de recompra de acciones por valor de 921 millones de euros, según ha informado la entidad.