Santander y Caixabank se suman a gobierno y reguladores en su urgencia por finalizar la unión bancaria

La presidenta de Santander, Ana Botín, señaló que la reciente tormenta financiera es una "gran oportunidad" para completar la unión bancaria

Ana Botín, presidenta de Santander, en la junta de accionistas de la entidad. / Santander

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Los colapsos bancarios de los últimos días han puesto el foco, de nuevo, en la unión bancaria. Tanto políticos, como reguladores han urgido a completar el marco común único para el sistema financiero de la UE, donde falta por aprobar un fondo de garantía de depósitos que no acaba de llegar por el veto alemán. Los máximos directivos de Santander y Caixabank se han sumado en sus discursos de las juntas de accionistas a esta petición que ya lanzaron Gobierno y Banco de España tras las turbulencias bancarias.  

En el caso de Santander, su presidenta Ana Botín señaló que la reciente tormenta financiera es una «gran oportunidad» para completar la unión del mercado de capitales y la unión bancaria europea con el fondo de garantía de depósitos transnacional que sería el último paso que queda para tener la fotografía completa.  

“Esta sería la mejor respuesta ante los desafíos de Europa, que contribuirá a generar mayor confianza, y sería una gran base para atraer la inversión necesaria para el crecimiento», defendió la directiva después de alabar la velocidad en la respuesta de actuación tanto de las autoridades estadounidenses —en el caso de SVB—, como suizas —con Credit Suisse—, así como el papel del Banco Central Europeo.  

Por su parte, el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirgolzarri, también se refirió a la necesidad de acelerar este último capítulo de la unión bancaria. “En mi opinión todas las turbulencias financieras a las que estamos asistiendo, vuelven a poner de manifiesto la necesidad de completar la unión bancaria europea”, señaló.  

“Creo que sería muy importante acelerar la creación del fondo de garantía de depósitos europeo como medio para evitar una eventual retroalimentación entre riesgo bancario y riesgo soberano, que, en definitiva, era el objetivo de la Unión”, apuntó Gorigolzarri tras analizar la crisis bancarias y explicar las grandes diferencias de modelo de negocio que existen entre los bancos caídos y Caixabank.  

“Aunque los episodios de volatilidad pueden continuar, y siempre debemos ser prudentes, creo honestamente que la banca española, por contraposición a lo que vivimos en la anterior crisis, está muy bien preparada y tiene una enorme fortaleza para enfrentarse a este tipo de situaciones”, dijo.  

Estas declaraciones de dos de los grandes banqueros españoles se suman a las que ya han hecho en este sentido, tanto la ministra de Economía, Nadia Calviño, como el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Ambos apuntaron que esta crisis bancaria pone de manifiesto la importancia de finalizar el proceso de unión bancaria. Un proceso, donde tras haber aprobado en lo más duro de la crisis pasada el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) y el Mecanismo Único de Resolución (MUR), falta por sacar adelante el fondo de garantía de depósitos comunitario.  

En la Comisión de Economía del Congreso, Calviño apuntó esta semana la necesidad de avanzar en la unión bancaria. Una idea que también había mencionado tras el colapaso de los bancos estadounidenses hace un par de semanas. En aquel momento, la vicepresidenta señaló que será “prioritario” durante la presidencia rotatoria de la UE que España asumirá el próximo julio y que tiene una duración de seis meses.  

«Hace tiempo que defendemos que necesitamos culminar la unión bancaria, con la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos plenamente mutualizado»

Por su parte, Hernández de Cos también resaltó la necesidad de avanzar en los últimos pasos que quedan para finalizar una unión bancaria completa. “Hace tiempo que defendemos que necesitamos culminar la unión bancaria, con la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos plenamente mutualizado”, explicó.  

“Un compromiso para establecer este mecanismo tendría un impacto considerable en la confianza de los ciudadanos y los mercados, y contribuiría a una mayor compartición de riesgos en el área del euro y, por tanto, a reducir potenciales episodios de fragmentación. Además, ayudaría a alinear la responsabilidad financiera con los mecanismos de toma de decisiones de supervisión bancaria y resolución, que ya se encuentran centralizados”, aseguró.  

Un fondo de garantía de depósitos europeo  

En el desarrollo de la unión bancaria se han dado pasos importantes en el terreno de la supervisión y la resolución bancaria. Un proceso que se fue desarrollando de forma urgente durante los coletazos de la anterior crisis financiera, con el euro en peligro y los estados del sur de Europa ahogados por la inexistente financiación.  

Hace 11 años, en junio de 2012, los gobiernos de la UE decidieron impulsar la creación de un supervisor bancario único que tenía como meta mejorar la calidad de la supervisión en la zona del euro, favorecer la integración de los mercados y romper el vínculo negativo que se había creado entre la confianza en las entidades bancarias y las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública.  

Así, nació el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), que comenzó a funcionar en 2014. Aquel fue el primer paso de la creación de una unión bancaria donde faltaban la creación de un organismo único de resolución y un sistema armonizado de garantías de depósitos.  

La segunda pata —la relativa a la resolución— entró en funcionamiento en enero de 2015 con la creación del Mecanismo Único de Resolución (MUR). Cabe recordar que la resolución de Banco Popular en junio de 2017 ya se hizo dentro de este marco comunitario.

Sin embargo, esa última pata que buscaba la creación de un esquema de garantía de depósitos en los países del área del euro se ha quedado todavía en el tintero. Tras varias propuestas que no llegaron a salir adelante por la oposición de Alemania, este tercer pilar sigue sin ver la luz.  Es precisamente ahora, con la urgencia del telón de fondo de una crisis bancaria cuando se ha vuelto a poner el foco en esta última parte de la unión bancaria.

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