Sanitas y Adeslas colapsan las clĂnicas con bonos de 30 euros
Los pacientes de los seguros privados tienen listas de espera de casi dos meses, pero los que pagan la consulta completa son atendidos la misma semana
Las listas de espera para los médicos privados tienen dos tiempos de espera: los rápidos, para los pacientes que pagan consultas completas entre 120 y 180 euros, y los lentos para los usuarios de Sanitas, Adeslas y otras compañías aseguradoras que apenas pagan 30 euros por un seguro mensual.
Los médicos en las grandes clínicas privadas españolas atienden en la misma semana a los clientes que están dispuestos a pagar los precios más altos por las consultas. Pero cada vez que llama algún integrante de la masa de pacientes de las aseguradoras privadas, la respuesta es casi la misma: hay que esperar al mes que viene.
Tres días o mes y medio
Para comprobar el doble rasero para asignar citas en la sanidad privada, llamamos este martes al equipo de traumatólogos de la Ruber. Los de mayor prestigio y renombre no atienden a pacientes de las aseguradoras, pero tienen disponibilidad casi inmediata. En apenas tres días es posible lograr una cita.
Pocos minutos después, volvemos a ponernos en contacto con el mismo departamento, pero esta vez indicamos que pertenecemos a Adeslas. La espera se multiplica: la primera fecha disponible es el 29 de julio con uno de los médicos que sí atienden a pacientes de aseguradores.
Repetimos la operación con un dermatólogo de la clínica Vithas en Madrid. La espera es mucho más evidente: no hay citas hasta septiembre. «Es que el doctor se va de vacaciones», explican desde el call center.
Pero, de inmediato, aclaramos que no se trata de un cliente de una aseguradora de salud sino de un cliente privado que está dispuesto a pagar el coste íntegro de la consulta. Entonces, la respuesta es mucho más rápida: hay posibilidad de «hacer un hueco» la semana que viene.
Un conocido oftalmólogo en Madrid da citas para el 31 de agosto a clientes de las aseguradoras, pero cuando se le aclara que el paciente no es usuario de seguros de salud, ofrece buscar una cita más inmediata.
Pocas horas después, una de las asistentes llama para avisar que es posible concertar una cita para el día siguiente por 173 euros, pero sin incluir posibles pruebas adicionales. Este diario se ha puesto en contacto con las dos principales aseguradoras privadas del país, Sanitas y Adeslas, pero no ha recibido respuesta.
Doble escala de precios
Le enorme diferencia en el tratamiento de los pacientes tiene una explicación meramente económica. Los seguros de salud baratos pagan a los médicos 15 euros por una consulta a un paciente asociado. Pero si el médico capta a un paciente por su cuenta, la tarifa se dispara hasta superar los 100 euros.
«Cobro 15 euros por Sanitas y 120 por las consultas particulares. El peligro para nuestra profesión es que dependamos demasiado de los seguros porque eso quiere decir que tenemos que trabajar como en la pública: hasta cinco minutos por paciente«, explica un dermatólogo de Madrid que pidió mantener su nombre y la clínica en la que trabaja en el anonimato.
La doble escala de precios ha hecho que los médicos trabajen con tarifas estratosféricas para los pacientes privados y con tarifas low cost para los clientes de los aseguradores. Y de colofón, las empresas como Sanitas, Adeslas, Asisa o DKV cuentan con nuevos competidores emergentes.
Se tratan de nuevos portales que negocian precios con los médicos privados para con grandes descuentos para los clientes. Entre ellos se encuentran iGlobalMed o Clinic Point.
La alternativa
«Es un modelo de negocio completamente diferente al de los seguros de salud y mucho más realista. Es evidente que con 30 euros al mes no puedes tener una atención médica de calidad», explica Miguel Fernández, consejero delegado de iGlobalMed.
Sobre el colapso de las aseguradoras, también se han creado nuevos negocios como Doctoralia, que ofrece citas on line rápidas a través de múltiples calendarios.
España cuenta con 7,3 millones de clientes en las aseguradoras de salud, según los datos de la fundación Idis, que analiza el impacto económico de la sanidad privada. La cifra ha permanecido estable durante los últimos años, pero las listas de espera en la privada siguen creciendo. En algunos centros comienzan a asemejarse a las de la sanidad pública.