El Gobierno exime de inspecciones al sector del jamón pese a los fraudes
La agencia que coordina las inspecciones de productos alimenticios excluye a la industria del porcino, pese a los recientes escándalos
La industria del jamón y de otros derivados del cerdo, que vive semanas acumulado escándalos, no será objeto de ninguna inspección coordinada por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), dependiente del ministerio de Sanidad, organismo que coordina inspecciones de sanidad y consumo en todas las comunidades autónomas.
La agencia excluyó a la industria de los jamones, paletas y lomos de sus controles habituales justo en medio de varios escándalos mediáticos encadenados. La Guardia Civil ha abierto una investigación por presunto fraude alimentario por jamones ibéricos de bellota low cost que afecta al principal distribuidor del ibérico, Comapa, y a los supermercados Carrefour, tal como avanzó este medio.
El sector también atraviesa sus momentos más delicados tras la emisión del programa Stranger Pigs, de «Salvados», en el que el periodista Jordi Évole, mostró las deplorables condiciones en las que viven los cerdos en una granja de Murcia que pertenece a la red comercial de El Pozo. El reportaje mostraba animales enfermos, afectados por hernias y deformaciones, y también resaltó la falta de controles de la administración para evitar el maltrato animal y los riesgos para la salud.
En medio de la marejada, la agencia del ministerio de Sanidad tiene previstas inspecciones en otras industrias como las del aceite, el chocolate, la bollería y los juguetes, pero no contempla ninguna acción nacional para detectar posibles fraudes en la industria del porcino, tal como ha podido corroborar este diario a través del documento de trabajo de las inspecciones al que ha tenido acceso este medio.
Las inspecciones de 2018
El documento titulado “Campañas nacionales de inspección y control de mercado 2018” detalla todas las acciones que desarrollarán para inspeccionar los productos alimenticios, no alimenticios y servicios. Están incluidos sectores clave como el aceite de oliva, pero queda fuera la industria del jamón, que está sufriendo los mayores cuestionamientos. Este mismo año, la revista The Economist y el diario alemán alemán Süddeutsche Zeitung se han hecho eco de las irregularidades en la industria del jamón ibérico.
Lejos del interés mediático, las campañas de inspección que ha ordenado la agencia dependiente del ministerio de Sanidad podrán especial atención este año en el aceite oliva con especial atención en el aceite virgen y extravirgen, que incluirán también análisis tomadas de muestras de productos. También habrán campañas concretas para controlar conservas de bonito y mejillones y cervezas artesanas.
Los agentes de inspección detallarán si el etiquetado se corresponde con la realidad o si induce a errores por parte del consumidor. Otros de los sectores que serán inspeccionados serán los alimentos comercializados bajo la etiqueta “sin lactosa”, “sin azúcar” o “bajo en sal”. También serán objeto de inspección los chocolates, panes de molde, patatas fritas y alimentos infantiles.
En los productos no alimenticios, los inspectores vigilarán sartenes, artículos destinados a niños como cantimploras, secadores de pelo, desodorantes y lascas de uñas. Las inspecciones de servicio afectarán a estaciones de lavado, gasolineras, inmobiliarias, lavanderías y ventas por internet donde se hará énfasis en que las empresas ofrezcan información completa sobre el derecho de desistimiento y las garantías de los productos.