Sánchez se reúne con el CEO mundial de Airbus para concretar los 185M en ayudas

Cumbre en Moncloa para salvar al sector aeronáutico. El presidente del Gobierno Pedro Sánchez se verá las caras el próximo 4 de febrero con el CEO mundial de Airbus, Guillaume Faury, para avanzar en el plan de ayudas anunciado en julio de 2020 y que todavía debe concretarse.

Así lo avanzan fuentes conocedoras de la situación a Economía Digital, que recuerdan que se trata del segundo encuentro que Faury tiene con Sánchez en los últimos seis meses. La cita no se ha hecho oficial y todavía no hay detalles en la agenda del presidente.

El anterior encuentro se produjo en verano. Faury pidió en esa primera cumbre con Sánchez que se impulsara desde el Ministerio de Defensa la compra de aviones militares y que se pusieran en marcha ayudas dirigidas a relanzar la actividad comercial, es decir, que las aerolíneas pudieran tener actividad para necesitar renovar su flota.

Ahora, de acuerdo a las mismas fuentes, el directivo francés solicitará más concreción y celeridad en la promesa de Sánchez, que afirmó haber llegado a un acuerdo bautizado como Plan Tecnológico Aeronáutico (PTA) y cuya dotación sería de 185 millones de euros hasta 2023. De momento, los compromisos no se han materializado.

No obstante, los contactos entre el Gobierno y el gigante aeronáutico son constantes. Sin ir más lejos, hace semanas se produjo otra reunión, en un nivel inferior, entre el ministro de Ciencia, Pedro Duque, y la cúpula de Airbus España. En la cita participaron el director de Espacio, Fernando Varela, el presidente de Airbus Operaciones, Manuel Huertas, entre otros ejecutivos de la compañía.

Sánchez no ha dejado grandes recuerdos durante el último año en el sector industrial. Todavía se recuerda el tuit en redes sociales en el que aseguraba que el empleo en Nissan estaba «garantizado” en la fábrica de Barcelona. El desenlace es de sobra conocido: el gigante japonés anunció meses después el cierre en la planta catalana.

Pedidos de aviones a cambio de menos recortes

La situación que vive Airbus es delicada. El golpe del coronavirus en la industria aeronáutica ha reducido a niveles ínfimos la producción de aviones, sobre todo en el área comercial. La industria sabe que escenario post pandemia estará marcado por un nivel de la demanda todavía por debajo respecto al de años atrás, como ya afirmó IATA.

Para más inri, la división de Defensa, que depende de los encargos de los distintos gobiernos, llevaba años cosechando resultados más modestos. El ratio de ingresos-pedidos en el área militar era inferior a 1 desde hace años, es decir, producía más de lo que vendía más tarde.

En este contexto, la colaboración del Gobierno de Pedro Sánchez se antoja fundamental para Airbus, que cree que con un nivel suficiente de demanda podría mitigar los ajustes en su plantilla. Es la moneda de cambio de la compañía y la baza para forzar al Gobierno a cumplir con su palabra. Fuentes conocedoras informan de que los trabajadores ya han sido avisados el viernes de que en Airbus se siguen evaluando medidas para ajustar la carga laboral actual y futura con la plantilla.

La plantilla de Airbus ha sido informada este viernes de que son necesarios más ajustes

El pasado año, Airbus anunció una reorganización a nivel mundial que pasaba por España, donde se llevarían a cabo recortes en la división Comercial y en la de Defensa. Para ello se pusieron sobre la mesas medidas para aligerar plantilla sin recurrir a despidos traumáticos.

Ahora, explican fuentes sindicales, 413 empleados de ambas divisiones se beneficiaron de las medidas voluntarias, entre las que se incluyeron años sabáticos, salidas incentivadas y prejubilaciones. No obstante, todavía está en el aire el futuro de 617 trabajadores en Comercial y de otros 154 en Defensa.

«Estas cifras ponen de manifiesto que en estos momentos la situación es crítica y que las medidas aplicadas hasta ahora, como los ERTE y el plan de desvinculaciones, han tenido un impacto significativo pero no han sido suficientes para mitigar ambas restructuraciones», reza la comunicación enviada a los trabajadores.