Sánchez Llibre ve «normalidad democrática» en el traslado de Ferrovial a Países Bajos
El presidente Foment no cree que la decisión de Ferrovial afecte a otras empresas del tejido industrial español
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha asegurado este jueves que el traslado de la sede de Ferrovial de España a Países Bajos para facilitar su salida a la Bolsa estadounidense forma parte de la «normalidad democrática».
«Me parece un principio de normalidad democrática el poder ejercer la libertad que han decidido los órganos de administración de la empresa Ferrovial», ha declarado Sánchez Llibre tras un encuentro con la prensa en Bruselas.
Caso aislado
Sánchez Llibre ha dicho estar «tranquilo y convencidísimo» de que el traslado de Ferrovial es «un caso aislado» que responde a que la compañía tiene interés en cotizar en los mercados financieros estadounidenses y el cambio a Países Bajos «le facilitaba este objetivo», pero no cree que afecte a otras empresas del tejido industrial español.
En este sentido, ha recordado que en 2017 hubo compañías que trasladaron su sede fuera de Cataluña ante la «amenaza» que podía suponer entonces el proceso independentista y, aunque esperan que vuelvan, desde la patronal se respetaron esas decisiones empresariales.
La junta de Ferrovial aprueba el traslado a Países Bajos
Los accionistas de Ferrovial han aprobado el traslado de la compañía a Países Bajos pese al fuerte rechazo que ha suscitado en el seno del Gobierno, que intentó frenar la operación, y le permite dar un paso más hacia su objetivo final de debutar en bolsa con su matriz en Estados Unidos.
La compañía que preside Rafael del Pino, primer accionista del grupo con un 20,4%, ha logrado así los apoyos necesarios de cara a sacar adelante su proyecto de fusión trasfronteriza, por la que Ferrovial pasará a ser absorbida por su filial holandesa FISE, que desde hace tiempo es la cabecera del negocio internacional del grupo.
Sin embargo, el éxito de esta operación aún depende de que los derechos de separación que deseen ejercer los accionistas que han votado en contra de este traslado no superen los 500 millones de euros, lo que equivale a en torno al 2,5 % del capital.
Del Pino ha recalcado durante su intervención en la histórica junta de accionistas que «España ha sido siempre nuestro país y no renunciamos a ello» con el traslado de la sede social de la compañía a Países Bajos.
Además, ha destacado que esta operación se enmarca en la libertad de establecimiento «que nutre la esencia misma de la Unión Europea», insistiendo en que no se lleva a cabo por motivos fiscales ya que el grupo seguirá contribuyendo fiscalmente en España como hasta ahora.