Sabadell quiere incrementar la rentabilidad al 7% antes del impuesto a la banca
Sabadell alcanzó su objetivo de ROTE en junio, un año y medio antes de lo previsto en el plan estratégico, ahora espera poder mantenerlo en 2022
Sabadell se propuso el año pasado, en su nuevo plan estratégico, que la rentabilidad del banco alcanzara el 6% en 2023, fecha en la que finalizaba el plan. En ese momento era del 1,25%. Sin embargo, la entidad catalana ya alcanzó y superó este objetivo en junio (un año y medio antes) cuando avanzó que el ROTE se había elevado hasta el 7%.
El compromiso de la entidad, revelaba el consejero delegado del banco este lunes, es que a lo largo del año la rentabilidad se mantenga en el 7% para poder cerrar el ejercicio en este nivel. A futuro, destacaba César González-Bueno, el ROTE puede verse impactado por el nuevo impuesto que el Gobierno prevé aplicar al sector financiero.
Se espera que el mismo empiece a pagarse en 2023 pero todavía está por ver si sale adelante y en qué condiciones. Cuando esto se produzca, lo que más se verá perjudicado es el retorno sobre capital tangible (ROTE), aseguraba el presidente del Sabadell, Josep Oliu, durante la reunión anual del consejo consultivo del banco.
“El nuevo impuesto es claramente un ataque a la rentabilidad de los bancos”, comentó. Por eso invitó al Gobierno “a darle tres vueltas” al nuevo gravamen, para que estudie si ésta es la mejor forma de arrimar el hombro que tiene la banca.
También en este encuentro, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, destacó que antes de la pandemia “preocupaba la baja rentabilidad de la banca europea”, que durante la crisis sanitaria, además, también se vio afectada por las millonarias provisiones que tuvieron que hacer las entidades. El ROTE del Sabadell en 2020, de hecho, era del 0,02%.
Por lo que el BCE enviará al Gobierno su opinión sobre cómo puede afectar al sector financiero la aplicación del nuevo impuesto. Aunque ya adelantaba que no debe impactar en el coste de financiación, la concesión de crédito y la solvencia de las entidades.
Tanto el presidente como el consejero delegado de Sabadell rechazaron con dureza el nuevo gravamen, tal y como llevan haciendo desde hace dos meses todas las entidades. Oliu recriminaba que es discriminatorio porque solo afecta a algunos bancos, sobre todo a los que están más centrados en pymes y son puramente bancos nacionales, como es su caso.
Mientras que González Bueno recordó lo que les ha costado alcanzar los niveles de rentabilidad que presentan ahora. En este sentido indicó que el año pasado tuvieron que poner en marcha un plan de reducción de costes en España, que se ejecutó solo unos meses después del plan de prejubilaciones de 2020.
En total, han reducido un 22% la plantilla y un 25% la red de oficinas, lo que les ha supuesto ahorros anuales de 270 millones. El plan de eficiencia puesto en marcha en Reino Unido ha elevado esta cifra hasta los 340 millones sin necesidad de fusionarse con BBVA ni vender TSB, presumía.
Pero ahora, deben hacer frente a la inflación, que se traducirá en una mayor subida de costes y un repunte de la morosidad, que de momento no se aprecia, aseguraban los banqueros. Los vientos a favor vendrán impulsados por las subidas de tipos de interés, que van a tener un impacto muy alto en resultados. Y agarrados a esto prevén que la rentabilidad pueda mantenerse en el 7% este ejercicio.
El consejero delegado ya adelantó en junio que cambiarían el objetivo de ROTE fijado en el plan estratégico porque los analistas de Sabadell estaban pidiendo un nuevo guidance al banco tras haber superado ese 6% que estaba marcado para finales de 2023.
“Nos hemos quedado un poquito atrás”, reconoció entonces González-Bueno. El mercado demanda una nueva guía y esperan poder presentarla a principios del año que viene, cuando se despejen también las dudas sobre cómo les afectará el nuevo gravamen del Gobierno.