Sabadell y Caixabank bajan la persiana a casi 400 oficinas por vacaciones
A Caixabank y Sabadell se suman otras entidades, como Unicaja, que cerrará de manera parcial o total 68 oficinas este verano
Sabadell y Caixabank cerrarán de manera provisional unas 400 oficinas este verano, la primera desde este mes de julio y hasta septiembre, la segunda lo hará solo en agosto. La banca lleva varios años colgando el cartel de “cerrado por vacaciones” en la época estival, sobre todo en barrios periféricos o residenciales, donde la actividad cae de manera significativa durante estos meses.
Banc Sabadell, que lleva recurriendo a esta práctica desde 2009, baja la persiana a 287 sucursales este verano, una menos que el año pasado. De ellas, 267 de ellas lo harán durante cinco semanas y 11, los tres meses. En concreto, desde el pasado lunes 4 de julio y hasta el 30 de septiembre. Fuentes sindicales revelan que la mayoría serán en Cataluña, Levante y Madrid, aunque habrá cierres en todo el país.
Caixabank cerrará 87 en agosto, una treintena más que en 2021. Pero el banco ha adquirido el compromiso con la CNMC y determinados Ayuntamientos, de respetar algunos códigos postales y dar servicios un mínimo de días a la semana. También aquí, Cataluña y Madrid serán las regiones donde se produzcan más cierres, según los datos recabados por Economía Digital.
Unicaja Banco también comunicaba a su plantilla este miércoles que cerrará oficinas y reducirá el horario de atención al público durante el próximo mes de agosto. El banco malagueño nunca había realizado este tipo de cierres parciales en verano como si han hecho tradicionalmente otras entidades, porque siempre había contado con una estructura holgada de personal.
Solo se vieron “obligados” a cerrar de manera temporal durante el confinamiento domiciliario del pasado 2020 tras el estallido de la pandemia. Pero este año, a consecuencia del ERE que ha puesto en marcha tras la fusión con Liberbank, se ha visto abocado a hacerlo por falta de personal.
En concreto, se verán afectadas 68 sucursales, que en su gran mayoría se encuentran en Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura, donde está principalmente la red del banco asturiano que ha absorbido con la fusión.
La baja actividad comercial de esta época, se suma las vacaciones de los empleados, lo que hace que algunas sucursales queden con una plantilla muy escasa para atender bien a los clientes, por eso se llevan a cabo estos cierres.
Además, las entidades se evitan así tener que contratar a trabajadores temporales para sustituir a los que no están. A pesar de los cierres, los bancos recuerdan que mantienen operativos sus cajeros automáticos y que siempre hay una oficina cerca a la que se puede acudir presencialmente.
El Banco Santander, que era otro de los habituales en bajar la persiana durante el verano dejó de hacerlo en 2020, año en que clausuró de manera provisional unas 400. El año pasado se encontraba inmerso en el proceso de reestructuración de su red de oficinas y ya no lo hizo, y este ejercicio tampoco tiene previsión.
BBVA, por su parte, cerró el año pasado 469 oficinas, pero de momento no ha trascendido cuántas contempla cerrar en 2022. Normalmente lo hace solo en agosto y recupera el 100% de su operativa en septiembre.