RTVE empieza la contrarreloj en busca de 50M para los Juegos Olímpicos
El tiempo corre en contra de la 'tele' pública, que tiene marcado como prioritario la compra de los derechos de los Juegos Olímpicos de Tokio
El próximo 24 de julio, Radio Televisión Española (RTVE) no quiere faltar a su cita con la última edición de los Juegos Olímpicos, que se celebrarán en la ciudad de Tokio (Japón) hasta el mes de agosto. Para la corporación no se trata únicamente de un evento deportivo más, sino de un símbolo para la cadena. Creen que su emisión daría un empuje a la audiencia, hoy venida a menos, antes de finalizar el curso.
La tele pública necesita el aprobado del Gobierno, que ya se ha formado pero todavía no ha comunicado si dará o no una partida presupuestaria extra de 50 millones de euros para producir la efeméride. Fuentes de la corporación aseguran a este medio que desde el Ejecutivo prometen que ese dinero llegará, si bien todavía no se ha concretado el momento.
El factor temporal es muy importante. RTVE sabe que los gastos asociados a la producción de los JJOO —reservas de hoteles, vuelos y otros gastos derivados del desplazamiento— varían notablemente en función de cuándo se lleven a cabo.
Y no es una cuestión menor. Para los JJOO de Río (Brasil), la corporación presupuestó 4,5 millones para el operativo, con el que pudo desplazar a 129 periodistas y retransmitir más de 5.000 horas de programación en directo. El evento ocupó la parrilla de La 1, Teledeporte y el Canal 24 horas, además de las 120 horas que se dedicaron desde Radio Nacional de España (RNE).
Con todo, el grueso del coste es el precio a pagar por retransmitir los Juegos Olímpicos, en los que para esta edición hay que tener en cuenta que TVE tendrá competencia. Discovery, la dueña de Eurosport, adquirió al Comité Olímpico Internacional la totalidad de los derechos y tiene en España un canal en abierto en la TDT donde puede emitir los juegos.
Desde TVE defienden que la retransmisión de los JJOO puede ayudar a mejorar la audiencia. La anterior edición fue vista por casi 32 millones de personas, lo que, según una nota remitida por RTVE en su momento, supuso haber llegado a un 71,8% del total del universo televisivo. Las cifras de audiencia de aquel mes de agosto fueron de las mejores que se recuerdan en la casa.
¿Son caros los derechos? El coste está en línea de lo pagado hace cuatro años, cuando algunas voces renegaban del precio a pagar, pero está 20 millones de euros por debajo de lo abonado para la edición de Londres (2012).
Los JJOO esperan a Sánchez
Quedarse sin los JJOO sería un golpe para TVE. Lo advirtió la administradora única provisional Rosa María Mateo, el pasado año en sede parlamentaria, cuando recordó de que sería la primera vez en la historia que la cadena pública se quedase sin retransmitir este evento deportivo.
Mateo dijo en octubre que había recurrido al Gobierno en busca de colaboración para resolver el entuerto. Envió una carta al presidente, entonces en funciones, Pedro Sánchez — más tarde contactaría con los ministros de Hacienda y Deporte — , para que fuese consciente de “la importancia y la relevancia que tienen los Juegos Olímpicos para los españoles y para todos los ciudadanos que viven en el país”.
El Ejecutivo reaccionó rápido y aseguró que los Juegos Olímpicos se verían en TVE. Pero el compromiso se adquirió verbalmente en octubre y hasta ahora, cuando han pasado casi tres meses desde el anuncio, no se han producido más novedades. En ninguno de los Consejos de Ministros celebrados desde la creación del nuevo Gobierno de coalición se ha valorado esta necesidad presupuestaria para RTVE.
TVE, golpeada por el bloqueo político
TVE lleva un año advirtiendo de que el bloqueo político podía dejarles sin los JJOO de Tokio. El motivo es que el ente público, al igual que otros — un caso parecido es el de Adif—, se maneja con un presupuesto que bebe de las cuentas del exministro popular Cristóbal Montoro, prorrogadas desde 2018 ante la imposibilidad de encontrar una mayoría parlamentaria que dé luz a unos nuevos PGE.
Se trata de una singularidad que presiona las cuentas de la corporación. En 2019 no faltaron ejemplos de cuáles pueden ser las consecuencias: la sobrecarga de trabajo en los informativos llevó a que la segunda cadena, La 2, dejara de emitir durante el verano durante aproximadamente seis semanas por falta de medios técnicos (productores, realizadores, iluminadores y camarógrafos).
La falta de recursos no se ha notado solo en la información, también en el entretenimiento. «No tenemos nevera. Si un producto no funciona, no hay reserva. Se sigue emitiendo aunque no cale. Y eso repercute en los resultados”, explicaba hace más de un año un alto directivo de la corporación al diario El País.
El ejemplo que resume a la perfección el bloqueo político es la figura de Rosa María Mateo. La administradora única juró su cargo el verano de 2018, con el propósito de ser provisional y estar al frente del ente un par de meses.
No obstante, los trámites del concurso público, que se puso en marcha para conformar un consejo de administración que no fuera elegido por el Congreso, y la disolución de la Cámara por la convocatoria de elecciones ha provocado que sean ya más de 500 días los que Mateo haya estado y siga como cargo de máxima responsabilidad en RTVE.