Roures controla su agencia de futbolistas desde Holanda sin actividad
El empresario dueño de Mediapro y Pere Guardiola vehiculan su inversión a través de una sociedad en un pequeño pueblo holandés de menos de 20.000 habitantes
En la pequeña localidad de Haren, al norte de los Países Bajos, se decide el día a día de las carreras de estrellas como Luis Suárez, Andrés Iniesta y Pep Guardiola. O eso dice el papel. La agencia de representación de futbolistas Media Base Sports (MBS), creada por el empresario Jaume Roures, Pere Guardiola –el hermano del entrenador— y el grupo chino DDMC, tiene oficinas y filial en España, pero es en Holanda donde está su matriz, a pesar de que allí no consta ninguna oficina de la compañía.
Según la documentación del registro mercantil neerlandés a la que ha tenido acceso Economía Digital, a cierre del 2018, MBS estaba controlada a través de la sociedad Borg BV, con sede en las oficinas de Lloyd’s Register –especializada en el registro de sociedades—, en el municipio de Haren. Precisamente este tipo de sociedades son uno de los grandes quebraderos de cabeza para los inspectores de Hacienda españoles, pues otorgan numerosos beneficios fiscales a sus dueños.
El esquema es perfectamente legal, pero el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ya advirtió el año pasado que sus prácticas tienen “potencial para socavar la equidad del mercado interior europeo”. Las razones: no se pagan impuestos por los beneficios obtenidos fuera del país y la opacidad de sus propietarios, muchas veces en países de baja tributación por lo que ya se conoce como el sándwich holandés.
Operar desde los Países Bajos se ha convertido en una de las opciones favoritas para muchas empresas, entre ellas las tecnológicas, que prestan servicios a toda Europa a través de una BV (Besloten Vennootschap). Un ejemplo es Netflix, que en 2018 solo pagó 3.146 euros por sus beneficios en España porque toda la actividad se canalizó a través de su matriz centroeuropea, mientras la filial española se dedicó a servicios de apoyo, como marketing y publicidad.
Media Base Sports, que a diferencia de las tecnológicas sí declara sus ingresos reales en España, es una compañía con vocación internacional, pero sin ninguna oficina en Holanda. Sus centros de operaciones se dividen en varios países: España, con oficinas en Madrid y Barcelona (en el edificio Imagina, donde está Mediapro); en Reino Unido, en la ciudad de Londres; en Montevideo (Uruguay), para cubrir la actividad de Latam, y en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), para hacer lo propio en Oriente Medio.
Origen de Media Base Sports
Media Base Sports tiene una amplia experiencia con la ingeniería societaria. A inicios de 2016, Economía Digital ya informó de que Pere Guardiola, que entonces tenía el 55% de la agencia, controlaba su porcentaje a través de Guirdis Holding (Malta) LTD, con sede en La Valletta. A su vez, el hólding maltés era propiedad de Guirdis GmbH, una Sociedad Anónima de Responsabilidad Limitada (SARL) basado en la localidad suiza de Zug, de 28.000 habitantes.
En su momento Fabricio González, asesor legal de Guardiola, comentó el porqué de este esquema fiscal. «Debido al componente fuertemente internacional de sus negocios, participa en sociedades con sedes o centros de trabajo en aquellos lugares en los que tiene intereses económicos o estratégicos amén de garantizarle estabilidad y seguridad jurídica».
El mismo González trataba de zanjar: «Pese a entender las suspicacias, todas las compañías en las que participa Guardiola cumplen con todas sus obligaciones legales poniendo especial atención en las obligaciones informativas y fiscales».
Caída de ingresos y beneficios en 2018
El nombre de Borg BV aparece en las últimas cuentas depositadas recientemente en el Registro Mercantil como accionista único de Media Base Sports. Tiene en su posesión las 3.200 acciones en las que se divide el capital social de la compañía.
Durante el ejercicio 2018, año al que se refiere la documentación consultada, la compañía facturó 3,8 millones de euros, el 22,4% menos que el mismo periodo del año anterior (4,9 millones de euros).
Los beneficios de la compañía también se redujeron. De acuerdo a las cuentas firmadas el 29 de marzo de este año por el propio Jaume Roures, las ganancias pasaron de cerca de 708.000 euros a apenas 309.000 euros, lo que significa un descenso del 39,5%.