Rosell mete mano al fin en la CEOE
El presidente de la patronal española dará ejemplo al mundo empresarial con un plan para adelgazar la estructura de la organización y adecuarla a un modelo de gestión más eficaz
La mejor forma de predicar parece ser con el ejemplo. Al menos esa es la máxima que aplicará Juan Rosell en la patronal CEOE. La próxima semana iniciará un plan de adelgazamiento laboral en la organización que representa a la gran empresa española con la finalidad de reducir entre un 15% y un 20% la estructura de la institución.
Para llevar a cabo el programa de reorganización, Rosell ha tenido que vencer no pocos obstáculos desde que en diciembre de 2010 fue investido máximo representante del empresariado español. Primero la herencia envenenada de la imagen de su antecesor, Gerardo Díaz Ferrán; después vino la conformación de unos órganos de gobierno en el que el número de vicepresidencias se redujeron de forma notable; y, en última instancia, convencer al antiguo aparato funcionarial de CEOE de la necesidad de adecuarse a los tiempos, el primero de ellos el secretario general, José María Lacasa.
La CEOE cuenta con una plantilla de unas 150 personas en la actualidad. El coste salarial de esa organización ronda una cifra de entre los 10 y los 11 millones de euros, lo que arroja un coste empresarial medio que oscila entre los 60.000 y 70.000 euros por empleado. El adelgazamiento laboral supondrá la salida de un mínimo de 15 empleados de todos los niveles de la patronal y podría llegar incluso a suponer una reducción de 30 puestos.
La dirección quedará afectada
La reducción de personal se iniciará con la negociación de acuerdos de bajas pactadas la próxima semana. En ese contexto se incluyen también algunos miembros de la alta dirección de la CEOE, según ha podido saber Economía Digital. De hecho, la incorporación de Rosell no había supuesto cambio alguno salvo en la dirección de comunicación. Este mes ya ha nombrado dos vicesecretarios que han asumido funciones antes reservadas a los directores de departamentos, muchos de ellos refractarios a las instrucciones y filosofía del nuevo presidente.
El plan está previsto que se consume en septiembre próximo y constituye una decisión firme del presidente, que desde que asumió su mandato no ha podido centrarse en la reforma interna de la patronal debido a los compromisos derivados del fallido proceso de diálogo social, aseguran fuentes próximas al empresario catalán. “En Madrid intentan entretenerte con el protocolo, los ministros, los actos, las comidas… pero Juan tiene claro el objetivo y ha sabido sobreponerse a esa trampa”, asegura otro empresario del círculo del presidente.
Los traspasos a Cepyme
La reestructuración laboral tiene también connotaciones de gestión interna. Una de las primeras decisiones de Rosell fue aparcar en Cepyme a dos altos cargos de la anterior CEOE: Gonzalo Garnica y Francisco Ochoa. El primero era responsable de las relaciones con los asociados, mientras que el segundo dirigía la política de comunicación durante la presidencia de Díaz Ferrán.