Roca Sanitarios da marcha atrás y cerrará sus siete fábricas en Rusia

La firma catalana prepara el cese de su actividad en el país debido al impacto de las sanciones impuestas por Occidente a la importación y exportación de materiales

Varios urinarios de Roca.

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Las sanciones a la importación y exportación de productos en Rusia pudieron finalmente más que la voluntad de Roca de seguir operando en el país. A pesar de que la pasada semana mantenía todavía la actividad en sus siete plantas, la firma anunció este lunes que ya se prepara para cesar temporalmente su actividad en el territorio. Lo hará después de que las restricciones de la Unión Europea hayan hecho prácticamente imposible producir allí.

El conglomerado catalán explicó que «en cumplimiento de las sanciones impuestas por la comunidad internacional» ha decidido cerrar temporalmente sus centros repartidos por Rusia. En el país cuenta con más de 2.800 empleados –ninguno español–, por lo que «está evaluando el procedimiento a seguir dada la complejidad de la decisión», añadió en la misma nota.

Ya desde el inicio de la guerra, Roca se había visto obligada a paralizar todas las importaciones y exportaciones vinculadas con Rusia así como frenó todas las inversiones programadas en el país.

Hasta este lunes habían podido funcionar porque, como explicó Economía Digital, nutrían principalmente a la demanda interna. Por ello, la mayor parte de las provisiones necesarias para la fabricación de, especialmente bañeras y grifería, se adquirían a nivel local, por lo que las restricciones a la importación de materias primeras tiene un impacto limitado en el día a día de la actividad.

«Estamos en contacto permanente para seguir con atención y evaluar la evolución de los acontecimientos», explicaban a finales de la pasada semana.

El grupo ya tiene cerrada la fábrica de Alcalá de Henares (Madrid) que servía al mercado ruso. Pero la persiana no se bajó ahora. La compañía detuvo la actividad hace dos años y medio debido al exceso de stock que no se lograba sacar de encima. Presentó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para toda la plantilla que en marzo de 2022 sigue vigente. Por ello, no hicieron falta nuevos ajustes con la guerra; ya no había producción.

La presencia de Roca en Rusia

La apuesta de Roca por Rusia se remonta a 2005, cuando abrió su primera fábrica en Tosno –a unos 50 kilómetros de San Petersburgo–, en un terreno con 99.000 metros cuadrados. Para ello invirtió 40 millones de euros.

El acelerón se dio eso sí en 2011, cuando la organización adquirió el grupo Akvaton, especialista en muebles para baño, que contaba con una planta en Davydovo, a unos cien kilómetros de Moscú. Un año antes, en 2010, la empresa ya se había hecho con el fabricante local de porcelana Ugrakeram.

El crecimiento también se produjo a nivel orgánico y durante la pasada década abrió otra planta de de bañeras acrílicas en Chuvashia, a aproximadamente 700 kilómetros al norte de la capital rusa.

Carles Huguet

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