Roca pierde 30 millones de euros en 2012
El grupo de sanitarios justifica el cierre de las factorÃas de Madrid y Sevilla para atajar los números rojos
Golpe de efecto en el conflicto laboral del Grupo Roca, en plena negociación de un expediente de regulación con el que quiere cerrar la factoría de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y dejar en el mínimo el centro de Alcalá de Henares (Madrid). Para llegar a buen puerto con la reestructuración, la compañía de sanitarios ha pregonado a los cuatro vientos que cerrará el ejercicio 2012 con unas pérdidas de 30,2 millones de euros y que el montante de la deuda acumulada desde 2008 en España alcanza los 200 millones.
Estos datos económicos han dejado a los trabajadores de la compañía con la boca abierta. Primero, porque los balances de grupo han sido hasta la fecha “casi un secreto”, como recuerda el coordinador de UGT en la empresa, Javier Abadías. Después, porque los sindicalistas aseguran que en ningún momento les habían puesto sobre la mesa estas cifras. Y les chocan con los beneficios que justificaron los dos años anteriores: 20 millones en 2011 y 19 en 2010.
Más facturación
Eso sí, los representantes de los trabajadores reconocen que, por una multinacional con la dimensión y la facturación del Grupo Roca, son números demasiado pobres. En el ejercicio anterior, por ejemplo, vendieron el 3,5% más y alcanzaron los 1.551 millones en este capítulo. Básicamente, por la internacionalización y el tirón de los países emergentes.
La compañía se ha visto aquejada por el desmoronamiento del sector de la construcción y, si hasta la fecha compensaba las pérdidas de España con los beneficios en el exterior, ahora la relación es negativa. “Resulta insostenible mantener una estructura de las dimensiones actuales”, justifica la pequeña multinacional de la familia Roca.
Nueva planta en Brasil
Pero los sindicatos no dan su brazo a torcer. “El Grupo Roca no tiene problemas de solvencia. Tiene una base sólida y consigue financiación sin problemas”, asegura Abadías. Y recuerda la gran operación que completaron hace tan solo cuatro meses: la ampliación del complejo Santa Luzia en Brasil. La compañía destinó 35,5 millones de euros en ampliar la capacidad de este centro de trabajo, que es la mayor planta de aparatos sanitarios del mundo. También es el país en el que factura más.
Los trabajadores españoles denuncian que la empresa catalana intenta deslocalizar la producción, tanto a los centros que tiene en los llamados países BRIC, como en las factorías de Marruecos, Portugal y Egipto. La mano de obra es más barata.
Negociación
Esta semana continúan las reuniones maratonianas entre el comité intercentros, que agrupa todos los centros de trabajo de Roca, y la cúpula del grupo. En esta ocasión, la dirección está asesorada legalmente por el bufete Cuatrecasas, Gonçalves, Pereira.
La reestructuración que plantea afecta a más de 486 personas. Es especialmente sangrante porque históricamente en las factorías de Roca trabajan familias enteras, por lo que muchos se quedarán sin ingresos. Los sindicalistas también denuncian que, en lo que llevan de negociación, los directivos nunca han entrado a considerar el plan alternativo propuesto. “Se limitan a incrementar los días de compensación”, aseguran fuentes implicadas en el proceso. También reclaman al gerente, Ramón Asensio, un plan de viabilidad firme y su compromiso personal de llevarlo a buen puerto.
En los últimos años, Roca ha reorganizado poco a poco la producción en España. En esta ocasión lo hace de forma más generalizada y con más transparencia respecto al capítulo económico. “Las deudas lo urgen”, sentencian los mismos interlocutores.