Roca estudia nuevos recortes en Alcalá de Henares

Miedo a otro tijeretazo. Los trabajadores de Roca Sanitarios temen nuevos recortes en la plantilla de la base de Alcalá de Henares, especialmente tocada por la crisis. Las sanciones económicas al principal cliente, Rusia, y la devaluación del rublo frente al euro propician que la rentabilidad de la fábrica haya caído. Por ello, la dirección de la compañía estaría estudiando recortes de jornada y salario, explican a Economía Digital varios empleados.

En la localidad madrileña, la producción se centra, sobre todo, en la fabricación de bañeras de fundición, destinadas casi en exclusiva al mercado ruso. Sin embargo, la política de asfixia de la Unión Europea con el país soviético y las sanciones impuestas conllevan que la demanda haya caído. Además, el rublo continúa con su devaluación, por lo que cada vez es más caro comprar en el exterior. Son las causas por las el grupo estudia recortar las jornadas laborales y el sueldo de un equipo ya muy mermado tras sufrir hace dos años un ERE que acabó casi con dos tercios de sus integrantes.

Sin despidos

El ajuste, que todavía no está  cerrado ni ha sido presentado a la plantilla, ya circula de boca a oreja en las plantas bajas. Esta vez, pero, no comportará nuevos despidos. La opción estuvo sobre la mesa, algo que provocó fuertes discrepancias entre los órganos de gobierno, cuentan las mismas fuentes. Incluso temen que se hubiera podido llegar a sugerir el cierre definitivo de la fábrica.

En 2013, Alcalá de Henares sufrió un recorte del 70% de su equipo. Con un Expediente de Regulación de Empleo, Roca se deshizo de 249 trabajadores, a los que se sumaron otros 227 en Alcalá de Guadaira (Sevilla).

Tras el reajuste, la compañía parece haber retomado la senda a los números negros. El año pasado, la empresa celebró unos beneficios de 53 millones de euros, avalados por un incremento de los ingresos del 4,7%. La cifra de negocio, de 1.646 millones, supone la mayor facturación del grupo desde el año 2008.