Ribera dispara contra Iberdrola, Endesa y Naturgy por el cobro de la ‘excepción ibérica’

La vicepresidenta sugiere que el cobro de la compensación al gas podría no cobrarse entera, y que lo hacen las empresas porque quieren

Teresa Ribera

Teresa Ribera – EFE/EPA/MARTIN DIVISEK

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El Gobierno de Pedro Sánchez tiene una extraña relación con las grandes empresas; sobre todo, las energéticas. Un día departen sobre el futuro económico del país en Casa de América, y otro día la vicepresidenta Teresa Ribera sugiere que las eléctricas cobran la compensación del mecanismo ibérico por gusto, cuando en realidad -explica- podrían no hacerlo. 

En cualquier caso, la ministra para la Transición Ecológica sí tiene clara la hoja de ruta: en caso de duda, poner la sombra de sospecha sobre Iberdrola, Endesa y Naturgy. Así lo ha hecho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes. Teresa Ribera ha explicado todo el paquete de medidas del Plan Más Seguridad Energética, donde aseguran que el 40% de los hogares españoles se verán beneficiados, y en un acto premeditado de ‘pisuerguismo’ ha lanzado el dardo contra las empresas.  

Con el ‘claim’ de empoderamiento ciudadano sobre el control de la factura eléctrica, la ministra ha vuelto a poner sobre la mesa los problemas conceptuales que, supuestamente, están trasladando las grandes empresas como Iberdrola, Endesa o Naturgy. Y la vicepresidenta, como ha sucedido con el ‘Proyecto Géminis’ de la gasista de Francisco Reynés, si quiere dejar algo claro, lo repite. 

Ahora, el mensaje –que ya había avanzado hace una semana– es que las empresas podrían estar, deliberadamente, confundiendo a los clientes con el coste que deben abonar. «Creemos que es fundamental clarificar la manera en que se presenta la ‘excepción ibérica’ teniendo en cuenta el modo en que se ha comunicado hasta ahora», desarrolla Ribera. 

Y luego suelta la bomba: «No es obligatorio trasladar ese ajuste del gas; es obligatorio el pagar el gas al precio del mercado, no se puede imponer una venta a pérdidas. Pero las compañías pueden decidir si trasladan todo o parte a sus consumidores finales«.

Con este mensaje enlatado mientras explica el desarrollo normativo de un Real Decreto-Ley, Teresa Ribera ha insinuado de manera explícita que las empresas cobran esta compensación por interés particular. La realidad, sin embargo, es que las eléctricas tienen el derecho legítimo -y lógico- de cobrar el sobrecoste que asumen al comprar el gas a un precio y usarlo en un ‘pool’ energético que tiene esta materia prima topada. 

Una situación muy clara desde un primer momento; una ‘excepción ibérica’ que peleó la propia ministra ante Bruselas en primera persona, pero que ahora usa para afear a las empresas sin motivo aparente.  

Si es legítimo, lo es 

«Es legítimo trasladarlo [el coste del mecanismo ibérico], pero deberán aparecer dos informaciones muy importantes. La primera que se presente de una manera normalizada cómo se llama la aplicación de este mecanismo; que no haya calificativos creativos por parte de las compañías cuando intentan explicar que se debe pagar parte del ajuste del gas en las facturas», sentencia Ribera. 

Con esta afirmación, la ministra vuelve a sembrar la duda sobre una intencionalidad negativa en el modo de actuar de Iberdrola, Endesa o Naturgy, a fin de cuentas, las compañías que dominan el sector. Y por si estas indirectas, claras y concisas, no habían sido suficientes, Teresa Ribera da un último golpe.  

Las empresas deben «ofrecer información sobre cuál ha sido el precio medio del ajuste en el último mes natural, de tal manera que se pueda entender si ese cargo vinculado al ajuste se corresponde razonablemente con el precio medio, y razonablemente con lo que nos tocaría pagar con nuestro consumo«. Aquí ha sido la propia ministra la que ha tirado de creatividad para deslizar que algunas empresas pueden estar cobrando de más por la compensación de la ‘excepción ibérica’. 

En ese caso, si desde el Ministerio han detectado que algunas compañías están realizando prácticas que circulan por caminos poco correctos, se debería investigar por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), su propio departamento o quien corresponda. Lo extraño es deslizar estas ideas sin mayor prueba que “las eléctricas son malas”.

Raúl Masa

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