Reynés (Naturgy) se rebela contra la desgasificación: “No es posible en 15 años”
El presidente de Naturgy lamenta que Europa no trabaja unida en la seguridad del suministro energético y en la descarbonización
En un momento en el que uno de los dogmas del sector energético parece ser que el gas tiene los días contados, la guerra de Ucrania lo ha puesto en valor, tanto a nivel geoestratégico como dentro del propio mix energético. De hecho, el mayor país de la UE, Alemania, es incapaz de prescindir del gas ruso y está financiando al país invasor porque necesita esa fuente de calor.
Las empresas gasísticas, si bien están trabajando para crecer en renovables, aprovechan ahora para reivindicarse. Así lo hizo Francisco Reynés en las jornadas del Cercle d’Economia, en Barcelona. Prescindir del gas no es posible, según el presidente de Naturgy, en al menos 10 o 15 años.
“Es evidente que se va a necesitar energía a largo plazo, de muchas formas. Nadie cuestiona la necesidad de la energía eléctrica, pero sí que se cuestiona con el gas”, lamentó Reynés. Pero quiso incidir en dos cosas: que hay muchos tipos de gas, no solo el natural, y que el mix energético actual está muy lejos de dejar de lado esta fuente de energía.
El gas natural se usa principalmente para el uso doméstico, uso industrial y para generar energía eléctrica. “Sustituir alguno de estos usos significaría aún más inversiones en fuentes renovables de energía, que, recordemos, ya vamos tarde y es lento”, aseguró. Por ello, “parece como mínimo una misión no realizable en los próximos 10 o 15 años”.
Para Reynés, es obvio que si se reduce el consumo de gas es para sustituirlo por renovables, de lo contrario, parece que no tendría mucho sentido sustituir una fuente fósil por otra fuente fósil. Y “apostar por las renovables requiere mucha inversión, mucho tiempo y no resuelve todo”.
El presidente de Naturgy fue crítico con la política energética europea, en el sentido que se intenta avanzar de forma común sin tener en cuenta los puntos de partida y las peculiaridades de cada país.
“Uno de los problemas en Europa es que las decisiones sobre la seguridad en el suministro las han tomado muchos países distintos, y tenemos una Europa muy diversa en materia energética”, valoró, y añadió: “Estamos todos centrados en objetivos de descarbonización pero nos hemos olvidado que todos venimos de sitios distintos”.
Reynés se refería a la dependencia de algunos países del gas ruso, o a casos como el que destacó este miércoles, negativamente, Josu Jon Imaz: Alemania. «Con un 20% de generación eléctrica con carbón, contamina más un coche eléctrico en Alemania que uno de combustión en España.
El gas seguirá subiendo
El principal problema europeo con respecto al gas es la total dependencia de países terceros, pues ningún estado de la UE lo produce. Reynés recordó que los 4 primeros productores, Rusia, Irán, Qatar y Turkmenistán, “no están alineados, o no totalmente, con los principios de la Unión Europea”.
En lo que se refiere al precio del gas, el presidente de Naturgy subrayó que ya empezó a subir en verano de 2021, por lo que la invasión de Ucrania por parte de Rusia no es el único causante del encarecimiento, y que el mercado de futuros señala que va a seguir subiendo, por lo que hay mucho trabajo por hacer para reducir la dependencia del gas.