Desigual no encuentra el fondo de su pozo
Desigual vende menos en plena transición a la espera de que arranque el nuevo modelo de negocio
Desigual no remonta. La firma dirigida Thomas Meyer ha sufrido una caída en la facturación por la moderación de sus ventas durante el primer semestre del año. Desde la firma argumentan que estos resultados son fruto de la racionalización de la red de distribución, un aspecto contemplado en el nuevo plan de negocio en el que la compañía está inmersa. Las previsiones auguran que no será hasta 2018 cuando se vuelva a la senda del crecimiento.
La facturación del grupo llegó hasta los 378 millones, un descenso del 9,6% respecto al mismo periodo del año anterior. En detalle, el primer trimestre registro un descenso del 20,4% mientras que en el segundo la caída fue del 8,5%. La reducción más significativa ha sido la del ebitda, que decreció el 23,6% situándose en 55 millones de euros.
Desigual no volverá a crecer hasta el próximo ejercicio, según las previsiones
No obstante, Desigual cree que todavía tiene motivos para sonreír. Así, la firma de ropa destaca el crecimiento de los canales digitales de venta. Según indican desde el grupo, esta vía que representa el 11% de la facturación ha registrado un crecimiento a doble dígito durante los seis primeros meses del año.
La otra buena noticia es la posición neta de caja, que ha ascendido a 418 millones, por lo que supera los 381 que marcaban los niveles de liquidez de la compañía a cierre de 2016.
La maquinaria, centrada en darle la vuelta al negocio
La compañía sigue centrando sus esfuerzos en el plan de transformación para cambiar el modelo de negocio. La fórmula pasa por menos tiendas, un mejor producto y una imagen de marca más flexible. Respecto al primer punto, la compañía ha bajado la persiana en 64 establecimientos en los dos últimos años (27 en 2015 y 37 en 2016).
Los otros dos aspectos se trabajan desde la flexibilidad en sus lanzamientos. El nuevo modelo comercial implica que cada mes se revise el 25% de cada colección para introducir cambios y dar una respuesta más ágil. Esta práctica es muy diferente a la de antaño, cuando se hacía cada seis meses.
Desigual ha cerrado más de 60 tiendas en dos años
Además, gran parte de los nuevos artículos ya no estarán caracterizados por los colores llamativos, algo que siempre ha identificado a la marca.