Restaura acaba con los libros en el juzgado y unas deudas de 300 millones
La inmobiliaria de Xavier Solano no logra refinanciar el pasivo con las entidades bancarias después de perder al socio francés y cambiar la cúpula directiva
La inmobiliaria catalana Restaura presentó el pasado viernes ante los juzgados de Barcelona la solicitud de concurso de acreedores con un pasivo de 300 millones de euros. La declaración de insolvencia llega después de un largo peregrinaje de la compañía especializada en la restauración de edificios con la banca acreedora para lograr refinanciar la deuda acumulada, tal y como ha informado Economía Digital.
Durante el año y medio que ha durado esa etapa se produjeron movimientos en el capital de la compañía. En primer lugar se produjo la entrada del grupo francés Foncière Colbert Finance, que comprometió una inyección de capital de 25 millones de euros vinculada a que la banca aplazara una parte de la deuda. La familia Solano, propietaria de la compañía, se retiró parcialmente del accionariado.
Recientemente, los Solano volvieron a recuperar su participación. Los franceses se retiraron y se separó de la gestión al hasta entonces vicepresidente, Xavier González, que era el encargado de la negociación con los acreedores.
Ganar tiempo
Con la presentación de la suspensión de pagos, Solano intenta ganar tiempo y presionar a la banca para reconducir la situación de la compañía. La buena calidad de sus activos, compuestos por grandes edificios situados en el centro de capitales como Madrid o Barcelona, ha suscitado el interés de inversores, que esperan a conocer cómo se resuelve la situación de insolvencia.
Uno de los principales acreedores de Restaura, después de haber liquidado una deuda de más de 30 millones con BBVA, es Banco Pastor.