Restalia dará un vuelco a La Sureña, su franquicia menos rentable
La compañía transformará por completo la carta y estudia subir el precio de la cerveza que hunde los márgenes de los franquiciados
La exitosa cadena de franquicias Restalia, dueña de 100 Montaditos, prepara un cambio radical para su hijo menos aventajado: La Sureña. La marca, que se ha hecho popular por su cerveza barata (cinco botellines por sólo tres euros), está a punto de embarcarse en una ambiciosa transformación que apostará más por la calidad que por el precio.
La multinacional andaluza, con presencia en siete países y que aspira a inaugurar 250 locales este año, considera que el modelo de cerveza barata ya está agotado y ahora apostará por dar más calidad en la comida en medio de un contexto que apunta hacia la recuperación del consumo.
“Creemos que el 2015 será definitivamente el año de la recuperación. Tal vez nos aprovechamos en algún momento de los precios bajos de nuestra cerveza, pero nuestra decisión es no continuar en esa línea”, explicó Virginia Donado, directora general de Restalia que este año pretende incursionar en el mercado belga.
Facturación contra beneficios
Restalia cuenta con un privilegiado contrato con Mahou que le permite adquirir el barril de cerveza a la mitad de precio que sus competidores. Es el privilegio de comprar grandes volúmenes para su cadena de restaurantes repartida en toda la geografía española. El trato le ha permitido mantener grandes ofertas que aumentan la facturación de la cadena pero resienten los beneficios de los franquiciados.
Precisamente los franquiciados de La Sureña han exigido el aumento de precios de la cerveza, una petición que Restalia está dispuesta a aceptar en breve. “Queremos subir un peldaño y competir por nuestras raciones y la calidad de nuestra comida. Creamos tendencia y esperamos que la competencia también nos siga», explicó la directora general.