Repsol vende el 25% de su negocio de explotación y producción a EIG por 4.850 millones
La energética defiende que con esta operación impulsa su transformación en compañía multienergética y "refuerza" su liderazgo en la transición energética
Repsol ha alcanzado un acuerdo con EIG, sociedad estadounidense de inversión especializada en infraestructuras energéticas, para la venta del 25 % de su negocio de exploración y producción de hidrocarburos (Repsol Upstream) por 4.800 millones de dólares (4.850 millones de euros).
Según ha informado la compañía española a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operación se llevará a cabo mediante la entrega de 3.435 millones de euros (3.400 millones de dólares) por el valor de las acciones y de 1.415 millones de euros (1.400 millones de dólares) de deuda neta.
En su comunicado publicado este miércoles, Repsol indica que la oferta supone valorar Repsol Upstream en 19.203 millones de euros (19.000 millones de dólares). La operación supone una relación entre el valor de empresa y las reservas 2P (VE/2P) de 8,3 dólares por barril de petróleo equivalente, por encima del promedio global de transacciones VE/2P en 2022, que es de 5,7 dólares.
La energética defiende que con esta operación impulsa su transformación en compañía multienergética y «refuerza» su liderazgo en la transición energética, adelantando el cumplimiento de objetivos clave del Plan Estratégico 2021-2025 al incorporar a su negocio Upstream a EIG.
Mantenimiento de la plantilla y posible salida a bolsa en 2026
En el acuerdo se incluye la cartera global de exploración, desarrollo y producción de Repsol, con una producción estimada para el año 2022 de 570.000 barriles de petróleo equivalente diario y reservas probadas y probables (2P) de 2.300 millones de barriles de petróleo equivalente, de las cuales el 70 % son de gas.
Repsol Upstream también cuenta con recursos contingentes (2C) por 3.600 millones de barriles de petróleo equivalente, añade el comunicado.
La sociedad resultante, de la que EIG controlará el 25 %, mantendrá la plantilla, el equipo de dirección y el plan de negocios existentes, y se centrará en el «fortalecimiento y descarbonización de su cartera global, incluida la posibilidad de una salida a bolsa del negocio en EE. UU. a partir del año 2026».
Repsol, como accionista mayoritario, «seguirá controlando el vehículo, y seguirá consolidándolo dentro de las cuentas del Grupo», además de suponer una inyección de fondos para la petrolera de cara a invertir en la transición energética.