Imaz (Repsol) sobre el impuesto al CO2 en Cataluña: «Es una amenaza seria para la industria»
Josu Jon Imaz cree que esta iniciativa "no tiene ningún sentido en un mercado sin fronteras"
Josu Jon Imaz, el consejero delegado de Repsol, ha asegurado este lunes que la ley que prepara la Generalitat de Catalunya para luchar contra los gases que generan el conocido como efecto invernadero es «una amenaza seria» para el desarrollo petroquímico de Tarragona y, en general, para toda la industria catalana.
Imaz, que ha participado en una jornada sobre la estrategia energética de la industria organizada por la principal organización patronal de Cataluña, Foment del Treball, ha criticado abiertamente la iniciativa del Ejecutivo catalán de imponer un tributo para las actividades económicas que generan estos gases, que cree «no tiene ningún sentido en un mercado sin fronteras» y acabará «penalizando» la industria catalana.
A su juicio, el impuesto previsto supone «un riesgo muy importante para la industria catalana», ya que «habría plantas que no pagarían estos costes y otras que sí», en función de si están situadas en Cataluña o no, aunque se encuentren a pocos kilómetros. Como contexto hay que saber que el Govern dio luz verde el pasado mes de enero a la memoria preliminar del anteproyecto de ley del impuesto sobre las actividades económicas que generan gases con efecto invernadero, como es el CO2, y que se destinará a nutrir un fondo climático.
Por otra parte, el director ejecutivo de la petrolera ha reivindicado una transición hacia la descarbonización en España que sea «justa» para las empresas y los consumidores, lo que pasa, a su juicio, por frenar el alza del precio de la energía. «Si hay que parar la actividad a lo largo del año porque tiene que haber un ERE por no poder pagar los precios energéticos, la transición no es justa», ha dicho, para pedir después que se actúe «con humildad» para «repensar» alguna apuesta como la del vehículo eléctrico y para «no demonizar» a algunas fuentes de energía.
En esta misma línea, Imaz ha alertado de que prohibir el motor de combustión es «dispararse un tiro en el pie» y supone «una amenaza» para el sector de la automoción, que aporta específicamente el 10% del PIB. «Es un error porque lo necesitamos para avanzar en los biocombustibles, que nos deben servir para descarbonizar sectores como la aviación o el marítimo», ha argumentado. Asimismo, ha abogado por aprobar un «fuerte plan Renove» para el parque automovilístico, lo que cree que «sería más barato e industrialmente tendría un efecto tractor brutal».