Repsol traslada 200 toneladas de equipos a Perú para limpiar el mar del vertido
La empresa española invierte casi 25 millones de euros en reforzar las labores de limpieza de petróleo de las costas
Repsol he enviado más de 200 toneladas adicionales de equipos de limpieza adicionales a Perú para trabajar sobre las zonas afectadas por el vertido de petróleo que se produjo el pasado 15 de enero, cuando el oleaje provocado por la erupción del volcán Tonga desencadenó una fuga accidental de 6.000 barriles frente a las costas del país sudamericano.
La empresa española dirigida por Josu Jon Imaz ha invertido casi 25 millones de euros en esta operación de respuesta con el objetivo de proteger las zonas naturales más próximas al vertido. La compañía ha adquirido 30 skimmers (máquinas para la recogida de hidrocarburos), 3.770 metros de barreras de contención, 84.500 metros de material absorbente o 30 tanques de almacenamiento.
Repsol ha acudido a los mercados de Estados Unidos, Finlandia, Brasil, Colombia y Dubái para hacerse con los medios adicionales para contener el petróleo tras las críticas locales que ha recibido por el vertido.
Repsol cuenta con una flota de 70 barcos para contener el vertido de petróleo
Este nuevo envío se suma a la operación que ya lleva dos semanas en marcha. La multinacional española ya ha desplegado 144 unidades de maquinaria pesada, 10 equipos de limpieza marina, 32 embarcaciones de gran tamaño, 44 barcos pequeños y 26 tanques de almacenamiento. Mientras que ha contratado a 2.000 empleados para llevar a cabo la limpieza del litoral peruano.
Le empresa presidida por Imaz ha encargado la dirección de los equipos de limpieza a entidades como entidades como Lamor y Oil Spill Response Limited (OSRL), dos de los principales proveedores del mundo en soluciones frente a incidentes medioambientales.
El vertido mantiene todavía a cuatro directivos de Repsol como investigados en Perú y no podrán salir del país sudamericano durante al menos 18 meses, mientras continúe el proceso sobre quién tiene la responsabilidad sobre la magnitud del alcance del accidente.