Repsol condiciona sus inversiones y dividendos a un petróleo a 50 dólares el barril
Josu Jon Imaz detalla el destino de los 5.500 millones a renovables e insiste en que buscará un socio para este negocio
Repsol ha presentado este jueves un ambicioso plan estratégico para los próximos cinco años, con un incremento de las inversiones, especialmente en renovables, y de los dividendos. Pero estos 18.300 millones, incluidos los 5.500 para reducir la huella de carbono, se pagan con petróleo. Concretamente, a 50 dólares el barril.
“Todo este plan está autofinanciado con un petróleo Brent a 50 dólares el barril”, explicó Josu Jon Imaz en la presentación de la hoja de ruta. Se trata de un precio al que actualmente no llegue pero que sí se espera que supere con creces en el próximo quinquenio.
Un precio mínimo de 50 dólares permitiría a Repsol tener los márgenes y la rentabilidad para ganar dinero suficiente con su actividad principal, que sigue siendo la producción, refino y venta de carburantes, para generar caja y dedicarla a invertir en fuentes alternativas de energía.
Repsol puede pagar el dividendo de 2021 con el barril de Brent a 40 dólares, pero a medio plazo necesita que suba
También compromete a ese precio el dividendo, que subirá de los 60 céntimos en 2021 hasta los 75 en 2025. El de 2021 estaría asegurado con el Brent a 40 dólares, por lo que el plan es conservador en el corto plazo, pero a medio plazo espera que suba. Si no lo hace, habrá que replantear los objetivos y compromisos del grupo.
En una situación normal, sin crisis, tendría que estar muy por encima de ese precio, incluso de los 100 dólares, pero las incertidumbres actuales con respecto a la duración pandemia y a la crisis económica generada por el coronavirus hacen difícilmente predecible ese futuro. De hecho, los inversores no han acogido con optimismo los planes de Repsol, cuyas acciones caían casi un 4% al mediodía.
Repsol detalla los 5.500 millones que invertirá en renovables
La energética española se ha comprometido a invertir 5.500 millones entre 2021 y 2025 para reducir un 12% las emisiones de CO2. El objetivo a 30 años vista, para 2050, es reducirlo a cero. Imaz ha detallado estas inversiones, la mayoría de las cuales, más de 4.000 millones, serán a generación renovable, es decir, a comprar o construir nuevas instalaciones, “incluido el almacenamiento”, ha precisado.
El resto, más de 1.000 millones de euros, irán al negocio industrial, de biocombustibles e hidrógeno, por ejemplo, y a acciones para la descarbonización de los complejos industriales. Esto incluye, entre otras políticas, fomentar la economía circular y usar combustibles alternativos, como aceite usado.
Para asumir todas estas inversiones y repartir los riesgos, Imaz ha confirmado lo que adelantó hace un mes en una conferencia con analistas. No quiere recorrer solo el camino de las renovables y buscará un socio financiero. O socios, pues se plantea todavía tanto la entrada de un fondo como sacar la filial a bolsa. El plazo es o 2021 o 2022.