Renfe y SNCF pelarán por casi un millón de viajeros entre España y Francia
El operador público prevé retomar la ruta Barcelona-París en solitario en diciembre, un año más tarde que la empresa gala
Un AVE en la estación de Lyon, Francia, el primer recorrido internacional operado por Renfe en solitario.
Cuando SNCF rompió unilateralmente el acuerdo por el cual operaba conjuntamente con Renfe las líneas de alta velocidad que conectan España y Francia, se abrió una nueva guerra para capitalizar el mercado. La empresa francesa ya traslada pasajeros en solitario entre Barcelona y París, mientras que la española ultima los trámites para llegar a Lyon, Marseille y, más tarde, la capital francesa. A todo esto, hay un juego casi un millón de viajeros anuales.
Con un mercado liberalizado, los operadores son reticentes a hacer públicos los datos de tráfico en líneas que están tanteando para reducir la posibilidad de entrada de nuevos competidores. Sin embargo, las cifras históricas permiten hacerse una idea del uso de los recorridos y que peso tienen en comparación a otras alternativas.
Según el Observatorio hispanofrancés de tráfico en los Pirineos, elaborado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el Ministerio de Transición Ecológica francés; entre 2014 y 2018 utilizaron líneas de trenes internacionales para cruzar la frontera entre España y Francia entre 824.000 y 909.000 viajeros anualmente. Estas cifras engloban los pasajeros que se subieron a los servicios de alta velocidad, ahora en juego, unos volúmenes que se mantuvieron estables durante esos años.
En términos de viajeros, se trata de cifras inferiores a las de líneas como el Madrid-Sevilla, el Madrid-Valencia o el Madrid-Alicante, que registran aproximadamente 1,5 millones de viajeros anuales. El AVE español más utilizado es el Madrid- Barcelona, con 5,6 millones de pasajeros a cierre de 2021, los últimos datos anuales disponibles, aun afectados por el covid.
Más allá de las vías internacionales, hicieron recorridos entre España y Francia en tren unos 1,7 millones de pasajeros anuales entre 2014 y 2018. La mayoría utilizaron dichas líneas, pero un alto porcentaje, alrededor de 700.000 al año, traspasaron los Pirineos en líneas de cercanías, como puede ser la que conecta Barcelona con el municipio del sud de Francia Latour-de-Carol o el recorrido entre la localidad vasca de Lasarte-Oria y la francesa Hendaye. Para elaborar estos informes, Transportes solo dispone de los datos proporcionados por Renfe y no por el operador francés.
Residual para llegar a Francia
Sin embargo, el ferrocarril es una vía residual para pasar de la Península Ibérica al país galo. De los 127,4 millones de personas que pasaron la frontera en 2018, solo el 1% utilizó el tren, mientras que la gran mayoría, el 80% pasó en coche. El segundo medio más frecuente fue el aéreo, con 18,5 millones de personas, el 15% de los viajeros.
Desde diciembre, SNCF opera en solitario la línea de alta velocidad entre Barcelona y París. Renfe está comprometida a expandir internacionalmente su marca y poder ofrecer también este servicio en diciembre, según ha anunciado su presidente, Isaías Táboas, este miércoles, una vez consiga homologar la maquinaria y recibir todos los permisos de seguridad.
Lyon y Marseille antes de verano
Antes, la compañía pública esperar poner en servicio en los próximos meses las líneas Barcelona-Lyon y Madrid-Marseille, dos recorridos a los que SNCF renunció por considerarlos deficitarios. Por su parte, Renfe asegura tener datos que garantizan su rentabilizad a corto plazo. Por ahora, siguen en fase de pruebas para que los maquinistas, los primeros españoles que trabajarán fuera de las fronteras nacionales, se adecuen a la normativa y a las vías francesas.
Cuando la alianza seguía en pie y ambas empresas ofrecían la alta velocidad entre Francia y España de forma conjunta, operaban el servicio a través de una empresa participada en partes iguales llamada Elipsos, ahora disuelta. Según las últimas cuentas disponibles, la empresa ganó apenas 112.389 euros en 2021, la mitad que en 2019, dado que aún estuvo afectada por el covid, según figura en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
La compañía hispanofrancesa facturó hace dos años 6,8 millones de euros, frente a los 7 millones de 2020 y a los 9,4 ingresados antes de la pandemia. En ese momento, SNCF aún no había anunciado el divorcio, que llegó justo hace un año.
