Renfe, Ouigo e Iryo se enfrentan a los precios récord de la luz con las manos atadas
La liberalización del sector ferroviario se pone en peligro debido a los altos costes energéticos y potenciales subidas de los billetes
El mercado eléctrico español lleva convulso casi un año, con precios anormalmente altos que están afectando a todos los negocios. Uno de los más perjudicados, por su elevado consumo energético, es el ferroviario. Y este caos ha llegado en el peor momento, puesto que el sector está metido en una profunda transformación con la entrada de nuevos operadores en el sistema. En este contexto, Renfe, Ouigo e Iryo verán impactadas sus cuentas de manera negativa. Y encima se enfrentan a un sistema de adquisición de energía que no gusta a ninguno.
El escenario es bastante complejo. En estos momentos es el gestor de las infraestructuras ferroviarias, Adif, el encargado de hacer la compra centralizada de energía, y posteriormente distribuirla entre los diferentes operadores. El problema que ha surgido, con este escenario de altos precios, es que Renfe, Ouigo e Iryo tienen que aceptar comprar al precio del mercado mayorista porque Adif no puede firmar contratos a muy largo plazo con los que conseguiría mejores precios energéticos.
Ante este escenario los tres operadores afrontan una compleja situación que tiene una única salida: el daño de los márgenes en la cuenta de resultados. Los tres, Renfe, Ouigo e Iryo tienen descartado por el momento subir los precios de sus tarifas. Entienden que en estos momentos sería un suicidio, sobre todo en pleno proceso de liberalización.
De hecho, el contexto de competencia invita a realizar fuertes promociones para conseguir aumentar la cartera de clientes. Y más cuando ya estén los tres funcionando a pleno rendimiento. Pero se enfrentan a un severo problema si no consiguen pronto gestionar la compra de electricidad de otra manera.
En sus planes estratégicos, sobre todo de los dos nuevos contendientes, Ouigo e Iryo, se hacían estimaciones de gasto con unos precios de la luz en el mercado mayoristas muy por debajo de los 100 €/MWh. Sin embargo, esas cifras son parte del pasado. Y todo hace indicar que esa normalidad tardará en recuperarse.
Los datos del Mercado Oficial de Opciones y Futuros Financieros en España (MEFF) son poco alentadores. Para 2023 estima precios a futuro de 178 €/MWh; es decir, en el orden de los actuales costes, que ya están muy por encima de las previsiones de Ouigo e Iryo. Pero es que a 2024 los futuros que se manejan son de 107 €/MWh; y no es hasta 2025 cuando la expectativa de precios cae hasta los 74 €/MWh.
Un problema de competencia
Según ha podido conocer Economía Digital en fuentes del sector, por el momento no hay una voluntad clara de que las compras de electricidad puedan hacerse de manera individual. Por lo tanto, seguirá siendo Adif quien compre la energía, a precios elevados, y los distribuya con el sobrecoste adicional de la gestión. Y esto es un problema. Básicamente porque tarde o temprano Renfe, Ouigo e Iryo -según la lógica del mercado- deberán reflejar en las tarifas los altos precios energéticos. O sea, llegaría una subida de precios.
Así, según explican fuentes de Ouigo a este medio, «si hay una subida se pone en peligro la liberalización y la democratización del tren de alta velocidad ya que repercutir la subida de precios significaría que el tren volvería a quedarse limitado a personas con determinados poderes adquisitivos, es decir, el producto volvería a ser elitista y exclusivo».
En este sentido, señalan que esto pararía de lleno el cambio modal que se estaba empezando a ver de medios contaminantes a medios sostenibles. Además, podría cambiar los planes de inversión en el sector a día de hoy y su atractividad para la inversión privada y apertura de futuros ejes.
Desde Iryo, explican a Economía Digital que la postura de Adif con respecto a los operadores es de diálogo «para encontrar una solución que se adapte a las necesidades de cada uno«. La compañía, participada por los accionistas de Air Nostrum y por Trenitalia, considera que los operadores ferroviarios son electrointensivos sometidos a un alza que pone en riesgo los planes de negocio y los objetivos de la propia liberalización. En este contexto, demanda apoyo a este modo de transporte sostenible, y soluciones a corto plazo que permitan mantener accesible el precio de los billetes.
En el caso de Renfe, en el primer trimestre del año pagó 162 millones de euros por la electricidad, doblando los 78 millones abonados en idéntico periodo del año pasado como consecuencia de la subida del precio de producción de la luz. No obstante, desde la compañía aseguran que no trasladarán el incremento de los billetes.
Los tres operadores mantendrán los precios, aunque cada vez les cuesta más mantener los costes
Aunque la situación es muy compleja. De hecho, la fuerte subida del precio de la electricidad ha provocado que la energía represente en la actualidad el 20% de los costes generados por los AVE, cuando el año pasado esta partida representaba solo el 7% de los gastos.
La situación en estos momentos
Por ahora, el contrato que tienen los operadores ferroviarios es el último aprobado por el Consejo de Administración de Adif Alta Velocidad (Adif AV), que adjudicó el contrato de suministro de energía eléctrica ‘verde’ o con garantía de origen para un periodo de 24 meses, en puntos dotados de contadores supervisados a distancia, por un importe máximo de 489 millones.
El importe definitivo del suministro de energía dependerá de los consumos reales que se produzcan durante la duración del contrato. Los puntos de suministro eléctrico se han distribuido en 21 lotes en función de criterios de proximidad geográfica y de explotación ferroviaria, con la finalidad de minimizar los desvíos de consumo entre los puntos de suministro que conforman cada grupo y de homogeneizar los costes de mercado. De estos 21 lotes, un total de 18 han sido adjudicados a EDP Clientes, un lote a Endesa Energía, un lote a Gas Natural Comercializadora y otro lote a Factor Energía.