Renfe, Ouigo e Iryo lanzan la alerta: la guerra de precios en la alta velocidad no es sostenible

Las operadoras ferroviarias aseguran que, sin un incremento de la demanda, los bajos precios de los billetes y las subidas de costes acabaran generado “desequilibrios económicos”

Un tren de Renfe y otro de Ouigo saliendo de la estación de Atocha. EFE/Fernando Alvarado

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La liberalización del mercado ferroviario tiró los precios de los billetes de alta velocidad, causando una guerra de precios entre las compañías que operan en el mercado español, que no hizo más que intensificarse con la entrada de Iryo el pasado otoño. Sin embargo, ofertar los trayectos por tarifas tan reducidas a la larga puede perjudicar el negocio de las operadoras, que ya han lanzado la alerta, en un contexto de incremento de costes. Renfe, Ouigo y la marca privada de la sociedad Intemodalidad del Levante aseguran que los bajos precios pueden llegar a ser insostenible si la demanda llega a estancarse.

Esta es una de las conclusiones que desprende el último informe publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que recoge la opinión de empresas ferroviarias y sus usuarios, en el que han participado las tres compañías que gestionan trenes de alta velocidad. Según el documento, la competencia está generando una bajada de precios, que unida a los incrementos de costes (especialmente de la energía), puede provocar “desequilibrios económicos importantes a todos los operadores”, si la demanda no llega a crecer lo suficiente.

La filial de SNCF e Iryo siempre han mantenido que no subirán las tarifas, mientras que la entidad pública presidida por Raúl Blanco se ha visto obligada a reducirlas desde el inicio de la competencia. Por ahora, la constante demanda ha conseguido amortiguar el impacto de la subida de costes.

De hecho, a corto plazo, las operadoras predicen una evolución positiva de la demanda gracia al incremento de la oferta y el estímulo de la guerra de precios, además de la política de la Comisión Europea de fomento del uso del ferrocarril. En opinión de Renfe, Ouigo e Iryo, el aumento los nuevos pasajeros son viajeros que antes utilizaban el avión o el transporte por carretera.

Inflación y la escasez de maquinistas

Pese a este buen desarrollo, las empresas de transporte alertan de ciertos factores que pueden dificultar el crecimiento de viajeros. Entre ellos, destacan la crisis energética y el escenario inflacionista, la escasez de maquinistas o el “elevado tiempo” necesario para la puesta en servicio de nueva flota y la “falta de visibilidad sobre la fecha de entrada de algunas nuevas infraestructuras”.

En este sentido, piden con urgencia medidas para paliar el efecto de la crisis energética en su negocio. Siempre según el informe, los operadores consideran que el sector ferroviario “ha sido discriminado” frente a otras actividades económicas, por estar excluido de iniciativas como los fondos europeos Next Generation y por no haber sido beneficiario de ayudas a los elevados precios de la energía. Esta falta de recursos habría “limitando su competitividad y el potencial de convertirse en un eje vertebrador de la movilidad sostenible”.

Ante esta situación, las compañías reclaman que el sector ferroviario se equipare a las empresas electrointensivas por ser «uno de los principales consumidores de energía eléctrica del país”, lo que le permitiría acceder a ayudas para el consumo energético. A corte de ejemplo, Renfe perdió 108,6 millones de euros en 2022, tras soportar una factura eléctrica de 630 millones de euros, lo que supuso incrementar los costes energéticos en un 79%.

«Urgente» revisar los cánones de Adif

Por otro lado, para que la red ferroviaria sea “competitiva” la empresa pública, la francesa y la participada por Trenitalia y Air Nostrum, consideran “necesario y urgente” revisar el modelo de costes y cánones de Adif. Estas tarifas, que la compañía dependiente del Ministerio de Transporte cobra a los operadores para hacer uso de la infraestructura y de las estaciones, llevan tiempo congelados, pero la empresa presidida por Marisa Domínguez ya ha alertado que van a subir en 2024.

También sobre la gestión de Adif, las empresas ferroviarias se muestran insatisfechas con los costes de acceso a la red y los “procedimientos del administrador de infraestructuras para comunicar las restricciones de capacidad”. La CNMC no matiza las opiniones individuales de las operadoras, pero, por ejemplo, indica que una de ellas menciona que el procedimiento de asignación de capacidad en el periodo de Navidad “no permite comercializar con la antelación necesaria”.

Por otro lado, consideran que la comunicación de las restricciones en ocasiones “no es transparente y puede resultar en distorsiones de mercado”. Ante esta situación, piden implementar un sistema informativo actualizado y que esté disponible par a su consulta. En una nota más positiva, dos de las tres operadoras se muestran satisfecha con la gestión del tráfico.

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