Renault estudia vender sus acciones en Nissan para invertir en coches eléctricos
La firma francesa estaría buscando otros compradores para una parte de su participación en la automovilística japonesa para no desprenderse en su totalidad
Renault estudia vender sus acciones en Nissan, del que posee el 43%, para invertir en la producción de vehículos eléctricos. Su objetivo es llegar al 100% de la electrificación en 2023, que también sería el de Nissan y Mitsubishi tras la alianza que alcanzaron en enero.
Esta operación supondría la captación de miles de millones de euros para su transición a los vehículos eléctricos y el alivio de las tensiones con su socio de la alianza, según ha informado la agencia Bloomberg.
Nissan podría estar dispuesta a comprar parte de los 1.830 millones de acciones que posee en Renault para empezar a recuperar su control e igualar las fuerzas de la Alianza. Actualmente Renault controla el 43% de Nissan, con derecho a voto, y la japonesa tiene un 15% de Renault, sin derecho a voto.
A parte de Nissan, el fabricante de automóviles francés también podría estar buscando otros compradores para una parte de su participación del 43% del la firma japonesa. En estos momento, el valor de las acciones de Nissan que posee Renault alcanza los 7.100 millones de euros, pero venderlas todas supondría un terremoto en la Alianza, que debería renegociar su composición y funcionamiento. Además, la marca francesa tampoco estaría dispuesta a desprenderse de la totalidad de su participación en la firma japonesa.
Separación de la producción tradicional y la eléctrica
Según apuntan en el mismo medio, Luca de Meo, el Director General de Renault, también se estaría planteando separar su negocio de coches de combustión tradicional y el de vehículos electrificados, como han hecho otros fabricantes como Ford.
Renault está en una situación complicada
Todos estos cambios que estudia el Grupo Renault llegan en un momento complejo para la compañía. Y es que en el primer trimestre de este año ha registrado una notoria caída de la facturación por la guerra en Rusia. La compañía que dirige de Meo esta estudiando su posición en Rusia, su segundo mercado más importante tras el francés. De momento, han cerrado una planta en Moscú y están evaluando qué hacer con la participación en el fabricante de coches ruso Autovaz.