Renault adjudicará nuevos vehículos a sus fábricas españolas
La automovilistica gala se acerca a un acuerdo con la plantilla para renovar el actual convenio colectivo tras las tiranteces iniciales
Renault y sus trabajadores en España se acercan a un acuerdo para renovar el convenio colectivo. Después de las tiranteces iniciales, empresa y sindicatos encadenan varias reuniones con avances en la negociación. La clave del cambio, la promesa de la automovilística de adjudicar nuevos vehículos a las fábricas de Palencia y Valladolid si consigue las medidas de flexibilidad que propone.
Según las fuentes consultadas por Economía Digital, el conglomerado planea asignar dos nuevos coches a las plantas españolas, que comenzarían a ensamblarse en 2022. La Tribuna de la Automoción incluso va más lejos y avanza que se podría tratar de un automóvil del segmento B y la segunda generación del Kadjar.
El consejero delegado del grupo, Luca de Meo, ya dio pistas enero que su plan estratégico daba un papel capital al mercado español. “El plan es bueno para España, tenemos ideas para traer productos a las plantas”, señaló. En las plantas castellanas está instalada, además, uno de los tres modelos de plataforma que sobrevivirá a la reestructuración del próximo lustro.
El ejecutivo destacó las dos plantas españolas como “una fortaleza dentro del mundo de Renault”. Junto con las instalaciones ubicadas en Marruecos, Turquía y Rumanía deben servir como base del nuevo proyecto de la marca francesa. “Tienen capacidad para recibir muchos productos al haber muchos lanzamientos previstos bajo la plataforma localizada en España”, añadió.
De Meo no quiso entrar en detalles al estar todavía abiertas las negociaciones del convenio. El día a día lo lleva José Vicente de los Mozos, presidente de Renault España. El ejecutivo español fue el encargado de detallar el impacto de Renaulution en el país y los sacrificios que los trabajadores deberán afrontar para hacerse con los nuevos vehículos.
Los principales rasgos del ‘plan De Meo’
La firma del rombo anunció en enero su plan estratégico 2021-2025. En el texto, avanzó que la nueva Renault venderá menos coches, pero tratará de que obtener mayor margen por ellos. De los 4 millones de unidades comercializadas en 2019 se pasará a los 3,1 millones para 2025.
Durante la presentación, De Meo añadió que el grupo se impondrá ahora una “estricta disciplina de costes”, lo que le llevará, entre otros, a reducir el gasto en i+D y a eliminar tres de las seis plataformas con la que cuenta actualmente. También se reducirá el número de motorizaciones, que pasará de ocho a solamente cuatro.
Con el ajuste y el lanzamiento de hasta siete modelos eléctricos, Renault aspira a obtener unos márgenes del 5% y hasta 6.000 millones de flujo de caja en 2025. En 2023, el margen debe alcanzar el 3% y el flujo de caja los 3.000 millones, según los planes de la organización.