Recoder fracasa al buscar el apoyo de la sociedad civil con el aeropuerto
El 'conseller' de Territorio y Sostenibilidad reúne a las principales asociaciones empresariales de la ciudad, que le persuaden de la necesidad de negociar con la ministra de Fomento, Ana Pastor
No habrá contramanifestación. No habrá un nuevo acto del IESE pidiendo para Barcelona gestión privada del aeropuerto de El Prat y un nudo de conexiones (hub) aéreo. Si esa era la pretensión del conseller de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, al reunir al Grupo de Trabajo de Infraestructuras (GTI4), su propósito ha fracasado. Las cuatro entidades convocadas (Foment del Treball, Cambra de Comerç, Cercle de Economia y RACC) han preferido disuadirle de que es mejor negociar con la ministra de Fomento, Ana Pastor, para conocer cuáles son sus intenciones con respecto a la gestión del aeródromo barcelonés.
El encuentro se ha producido justo después de que la ministra anunciase oficialmente que anulaba la privatización de El Prat y Barajas puesta en marcha por el anterior gobierno socialista. La parálisis del proceso ha preocupado al Ejecutivo catalán, que permanecía expectante a la espera de que se produjera la gestión privada del centro aeronáutico.
El responsable autonómico del área decidió reunir a la sociedad civil barcelonesa, representada por sus instituciones empresariales y de movilidad más representativas, para escrutar cuál será el futuro de la infraestructura y buscar complicidades reivindicativas en el proceso.
Calma y análisis para el futuro
Ese intento de movilizar al GTI4 se ha saldado finalmente con un fracaso evidente: los participantes han preferido conversar con la ministra antes de adoptar cualquier tipo de actitud. “Ha sido una reunión de calma, de actitud sensata. Se trataba de no alterarse y de esperar y analizar con calma cuál es el planteamiento del Gobierno central”, asegura uno de los participantes.
Según ha podido saber Economía Digital, lo que cayó como un jarro de agua fría en la Generalitat fue bien visto por las empresas que habían optado a la privatización. De hecho, la ministra Pastor anunció a los consorcios participantes en el proceso que quedaba anulado antes de hacer pública la decisión.
La ministra coincide con las empresas
Abertis, filial de La Caixa y una de las ofertantes por la gestión privada del aeropuerto de Barajas, respondió a la llamada de Pastor congratulándose de la decisión. La situación de los mercados financieros desaconseja, según fuentes del grupo de infraestructuras, emprender la privatización en estos momentos. La falta de financiación de las empresas perjudica a los interesados, mientras que la situación de los mercados perjudica al Gobierno, ya que el valor atribuible a estas infraestructuras se desvanece de manera importante.