Radiografía a los embalses que investiga el Gobierno por el pico de la factura eléctrica
Las confederaciones hidrográficas del Tajo, el Duero y el Miño-Sil abrieron expedientes a Iberdrola y Naturgy para saber si actuaron de forma ilícita con el vaciado de los pantanos
Las amenazas del Gobierno a las eléctricas por el vaciado de embalses se transformaron en realidad. El Ministerio para la Transición Ecológica informó el jueves de que abría expedientes a Iberdrola y Naturgy por sacar demasiada agua de pantanos en las cuencas hidrográficas del Tajo, del Duero y del Miño-Sil. Esta semana, los estanques contaban, de media, con casi un 25% menos de agua que la habitual en la última década.
Según los datos del propio ministerio, los embalses españoles estaban la pasada semana al 45,5% de su capacidad. La cifra era un 23,42% inferior a la media de los últimos diez años. En la comparativa con la semana anterior, el retroceso era del 1,52%.
Con los datos en la mano y tras las quejas de varias localidades, la vigilancia del Ejecutivo se centró en las cuencas del Tajo, del Duero y del Miño-Sil, en niveles anormalmente bajo coincidiendo con el pico en la factura eléctrica. La energía hidroeléctrica es además la más barata de producir dentro del mix, por lo que el vaciado hubiese podido servir para maximizar las ganancias de las empresas gestoras de los pantanos.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, anunció el jueves la apertura de expedientes informativos a Iberdrola y Naturgy tras reunirse con los alcaldes de los municipios afectados por la escasez en el estanque de Ricobayo, en Zamora. Los procedimientos estarán hechos por las distintas cuencas hidrográficas.
El embalse de Ricobayo, en la cuenca del Duero, fue el principal señalado por el Ejecutivo. La ministra Teresa Ribera aseguró que el caso zamorano era “el más escandaloso”. “No es tolerable reducir el agua del embalse en un 70% en seis semanas”, añadió.
La cuenca hidrográfica del Duero defiende a Iberdrola
Gestionado por Iberdrola, la instalación estaba la semana pasada a apenas el 11,4% de su capacidad. En 2020, el estanque estaba al 71,88% y la media de la última década era del 62,97%.
A pesar del vaciado y las numerosas quejas de ediles y agricultores, la cuenca hidrográfica del Duero asegura no haber detectado “ninguna irregularidad”. “El uso del embalse es el hidroeléctrico”, añadió la organización. También garantizó el abastecimiento “en todas las poblaciones adyacentes”.
La Confederación Hidrográfica del Duero defiende a Iberdrola: «es una circunstancia excepcional»
La confederación justificó las escasas reservas de Ricobayo por una «circunstancia excepcional». La central de Villarino, que trabaja en el embalse de Almendra, estuvo detenida durante tres meses por trabajos de mantenimiento, por lo que la producción se concentró en el caudal del pantano zamorano.
Los focos en el Tajo se centran en Cáceres
El Gobierno denunció una práctica similar de Iberdrola en el embalse de Valdecañas (Cáceres), donde la cota se ha desplomado hasta los 309 hectómetros cúbicos, lo que supone apenas un 21,37% de su capacidad, según los datos de la Confederación Hidrológica del Tajo (CHT). Son 20 puntos menos que el año anterior.
Como explicó Economía Digital, un tercer embalse de Iberdrola estaba en el punto de mira por la caída de sus reservas. El pantano de Alcántara, en la misma cuenca, está ahora mismo al 44,02% de su capacidad y cuenta con 1.391 hectómetros cúbicos de agua frente a los 3.160 hectómetros cúbicos que tiene de capacidad. A estas alturas de 2020, el porcentaje de agua superaba el 68% y la media de la última década es del 74%.
La Xunta dice que la situación del Miño es preocupante
La ofensiva del Gobierno español afecta también a cuatro instalaciones gallegas, en la cuenca del Miño-Sil. Repartidos entre las provincias de Lugo y Ourense, los embalses de Belesar y Salas, operados por Naturgy; y los de Cenza y As Portas, gestionados por Iberdrola, son objeto de las investigaciones de Transición Ecológica.
Fuentes de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil señalaban a este medio que estarán “hiper vigilantes” con los datos que recaba el centro de control de la confederación para determinar las actuaciones que se están acometiendo en estas presas.
La Xunta expresó su preocupación por una situación que calificó de «grave» y aseguró que vigila «estrechamente» las reservas de las cuatro instalaciones. «Un posible escenario de sequía en Galicia durante los próximos meses podría agravar la situación aún más», advirtió en un comunicado.
El resultado de la investigación se sabrá «en los próximos días»
En sus declaraciones, Hugo Morán matizó que los expedientes de las distintas confederaciones se abrieron «de oficio». Desde el Ministerio añadieron que las investigaciones se realizan de forma periódica y con una finalidad informativa. Solo al detectarse irregularidades se inicia el procedimiento sancionador. «El proceso será rápido y la resolución estará lista en los próximos días», garantizó el dirigente.
La denuncia viene motivada por el funcionamiento del mercado mayorista de la electricidad en España. Debido a los mecanismos existentes, cuando es necesario producir energía con tecnologías caras –como sucede ahora mismo– el precio se eleva, lo que beneficia a tecnologías como la hidroeléctrica y la nuclear, más baratas de producir. Por ello, el Ejecutivo sospecha que se incremente su uso para maximizar beneficios.