En colaboración con RACC

RACC propone una serie de medidas a corto y largo plazo para solucionar los problemas de tráfico en Cataluña

El club automovilística catalán propone diversas alternativas para solventar los problemas viarios

Diversas festividades, buen tiempo, y la celebración de algún evento que reúna a una gran cantidad de gente, son algunos de los factores que pueden llevar al colapso de las vías de transporte público. Ha sido el caso del pasado fin de semana en las carreteras que llegan y atraviesan Cataluña, donde, casualmente, se ha celebrado el Gran Premio de Motociclismo.

Aunque puedan parecer factores casuales, la realidad es que no tiene por qué ser una situación excepcional, más aun, teniendo en cuenta que en escasas semanas el turismo propio del verano comenzará a asolar las carreteras de la comunidad catalana. Este aumento de la movilidad en carreteras catalanas se traduce no solo en largas colas en carreteras como la AP-7, sino en un gran incremento de la siniestralidad en estas vías.

Por ello, el Real Automóvil Club de Cataluña, más comúnmente conocido como RACC, considera necesario llevar a cabo un diagnóstico detallado de la situación, con el objetivo de tomar medidas a corto y largo plazo, con el objetivo no solo de mejorar la fluidez del tráfico en toda la red viaria, sino también de proporcionar mayor seguridad.

Es un hecho que los accesos a Barcelona se colapsan diariamente, afectando a miles de ciudadanos que necesitan acceder a través de estas vías. Por ello, RACC propone analizar la situación de manera global, para brindar así una solución ante la falta de un modelo de gestión, así como de la financiación de las vías de alta capacidad. Por ello, desde RACC proponen dos tipos de medidas muy diferencias.

Las medidas a corto plazo propuestas por RACC

En primer lugar, desde RACC han elaborado una serie de medidas a realizar a corto plazo, enfocadas por una parte a la gestión de la oferta, y por otras a la gestión de la demanda. En lo referente a la gestión de la oferta por parte de los entes públicos catalanes, RACC propone, en primer lugar, habilitar carriles adicionales temporales que cambien de sentido en función del volumen de circulación en cada momento, en vistas a obtener una mayor fluidez.

Por otro lado, el club de automovilistas catalán, también propone revisar modelos de gestión dinámicas que estén obteniendo resultados en otros lugares, con el objetivo de tomar ejemplo de ellos y adaptarlos a las carreteras catalanas. Redes viarias como las que se encuentran en Francia o Alemania, con el objetivo de identificar aquellas buenas prácticas tanto en limitación de velocidad como en limitación temporal de adelantos.

En lo referente a la gestión de la demanda, la primera propuesta de RACC es mejorar la información a los usuarios, con el objetivo de ofrecer a estos la posibilidad de viajar por rutas alternativas cuando las vías se encuentren congestionadas. También propone aumentar el número de dispositivos de Mossos d’Esquadra de tráfico, que estén preparados para actuar siempre que haya cualquier tipo de incidencia.

La tercera y última propuesta por parte de RACC, consiste en valorar prohibir los adelantos de camiones en las franjas horarias de más tráfico, así como en aquellos casos más sensibles. Una medida enfocada claramente a la reducción de accidentes, pues este tipo de adelantos suponen un gran porcentaje de todas las colisiones de tráfico.

RACC también ofrece medidas a largo plazo

En lo referido a las medidas a largo plazo, RACC también establece dos distinciones, al igual que en las previamente mencionadas. Por un lado, nos podemos encontrar aquellas referentes a la gestión de la oferta. Y en este sentido, la primera propuesta de RACC se basa en priorizar las inversiones en el transporte público. Consideran que una mayor inversión en éste permitiría aumentar el nivel de este servicio en todo el ámbito metropolitano para consensuar y redefinir las actuaciones a la vía pública en Barcelona. En resumidas cuentas, consideran que en el transporte público está el futuro.

También propone llevar a cabo una mayor apuesta por el transporte ferroviario de mercancías, con el objetivo de sacar a estos vehículos pesados de la red viaria y, en consecuencia, liberar espacio. Otra medida propuesta es impulsar la especialización funcional de la red viaria, teniendo como punto principal acelerar la construcción de infraestructuras paradas como la B-40, que permitiría liberar en cierta medida la AP-7.

Ahora, teniendo en cuenta la gestión de la demanda, RACC propone promover la flexibilidad horaria y el teletrabajo en casos en los que sea posible, con el objetivo de reducir la congestión de la entrada a la ciudad en hora punta, apelando que no haya más desplazamientos de los necesarios. También propone incentivar el uso del transporte público hacia los ciudadanos, a partir de una integración tarifaria global que proponga diversas soluciones de movilidad.

En lo referente a la propuesta de reducir el límite de velocidad permitido de los 120 km/h a los 110 km/h, en RACC consideran que no es la solución para resolver los atascos diarios, puesto que la gran mayoría se ven obligados a circular a velocidades más bajas. Respecto a la accidentalidad, desde RACC creen que se debe apelar a la responsabilidad de los conductores, puesto que los accidentes se deben más a malas prácticas de estos que a verdaderos excesos de velocidad.