Quiebra de SVB: expertos alejan el fantasma de 2008 pese a las caídas en bolsa de la banca española
La banca española sufre en bolsa por la crisis de Silicon Valley Bank pero los analistas consultados matizan que la situación es muy distinta a hace 14 años y las entidades están muy capitalizadas
La quiebra de Silicon Valley Bank ha removido fantasmas del pasado. El colapso de esta entidad ha llevado a un contagio en los mercados, que ha hecho que los bancos españoles acumulen fuertes caídas en bolsa por el miedo de los inversores y la incertidumbre generada. Sin embargo, la fotografía de las entidades parece estar lejos de lo ocurrido con el banco estadounidense, con el que no tienen negocios, y con una situación más equilibrada en sus cuentas respecto a temas como la liquidez.
Catorce años después de la caída de Lehman Brothers, el sistema bancario español está lejos de aquel enjambre de cajas de ahorros locales con una fuerte exposición al ladrillo. Tras la crisis financiera, la suma de fusiones y compras ha derivado en un sistema bancario con entidades más grandes, que han tenido que hacer frente a cada vez mayores requisitos de capital, liquidez y, en definitiva, de regulación bancaria. Algo que, según apuntan los expertos, limita un posible golpe tras la caída de SVB.
Santiago Carbó, catedrático de Estudios Financieros de la Universidad de Valencia y director de estudios de Funcas, apunta que hay que esperar un poco para saber cuál es el efecto final. «Vamos a ver lo que pasa, hay que esperar un poco para poder distinguir lo que pasa, pero estamos en una situación bastante diferente», explica a Economía Digital.
“La banca española tiene un balance que no tiene nada que ver con el de SVA donde tenía grandes empresas con depósitos de muy elevado saldo (de media 4 millones de dólares). Además, el tamaño de la inversión en deuda es muy superior en el SBV. Lo importe es tener capital suficiente para hacer frente a las minusvalías por la subida de tipos de interés”, apunta Joaquín Maudos, director adjunto del IVIE y catedrático de la Universidad de Valencia, a Economía Digital.
En este aspecto, también coincide Juan Carlos Higueras, profesor de EAE Business School, que apunta que la situación de liquidez en el caso de los bancos españoles es más sólida que la de 2008 y atribuye la caída de las bolsas a una dinámica inicial, pero que no parece que la situación sea comparable a lo ocurrido con Lehman Brothers en 2008. Eso sí, recuerda en conversación con Economía Digital que el sistema bancario está “interconectado” a nivel global y que algún tipo de efecto puede verse.
La banca española se encuentra en una situación de liquidez mucho más sólida que la que podía tener cuando se desató la gran crisis financiera. El Banco Central Europeo ha aumentado en los últimos años los requerimientos de solvencia y liquidez que tienen que cumplir las entidades. La normativa de regulación bancaria del Comité de Basilea exige que los bancos europeos cuenten con un colchón compuesto por activos que se puedan transformar rápidamente en efectivo sino de manera inmediata, sí muy rápida. Esto podría evitar lo ocurrido en el caso de SVB.
Además, existe otro indicador en el caso de los bancos supervisados por el Banco Central Europeo, BCE, que sirve como termómetro de la liquidez: el coeficiente de cobertura de liquidez (que se conoce en el sector por sus siglas en inglés, LCR). Esta ratio compara la relación entre este colchón de liquidez y las salidas que puede tener que afrontar la entidad en un periodo de 30 días. La regulación establece que este porcentaje sea al menos del 100%, aunque en el caso de los grandes bancos españoles lo hacen con creces.
Precisamente, a esta subida de los tipos de interés también hace referencia Carbó, que señala que este episodio pone de relevancia que la subida de tipos de interés no solo va a tener un efecto positivo para la banca porque si no se toman posiciones en la cobertura de los mismos, puede acabar generando problemas.
«Sobre el contagio a la banca europea, no vemos riesgo sistemático para el sector, el principal riesgo es que se acelere la remuneración en los depósitos, lo que preocuparía al mercado por la sensibilidad de los beneficios en torno a los costes de financiación y de depósito. Los bancos europeos tienen unos ratios de liquidez mucho mayores, por encima del 150% mientras que el requisito mínimo es del 100%», apunta José Ramos Ponferrada, del equipo de asesoramiento y análisis de A&G, en un comentario sobre la quiebra de SVB.
«A esto se suma que el crecimiento de los préstamos en Europa es de apenas un 2-3% actualmente con respecto al 11% en USA. Por tanto, una mayor liquidez y un menor crecimiento de los préstamos justifican por qué la competencia de los depósitos es menor en Europa, lo que junto a la estructura de los balances de los bancos, reduce el riesgo de que los bancos europeos se vean forzados a vender su portfolio de bonos/swaps», añade.
Qué ha ocurrido para que el SVB quiebre
El anuncio de la Reserva Federal de que garantizará el pago de todos los depósitos y no solo los garantizados por el fondo de garantía del país no ha frenado la caída en los mercados, por lo menos, de momento. El efecto contagio ha llevado a caídas en las bolsas que han ido desde el 10% que se dejaba Sabadell a media sesión hasta las caídas del 6% de BBVA, del 7% de Santander, del 5% de Bankinter o del 6,7% de Bankinter.
“La clave es que se restaure la confianza y es lo que justifica la medida adoptada. Si el SVB hubiera tenido acceso a una liquidez de prestamista de última instancia, no hubiera tenido que vender con fuertes minusvalías su cartera de deuda que había perdido valor por la subida de los tipos de interés”, añade Maudos.
“Confío que sea una reacción de muy corto plazo que se recupere en breve tras la decisión que se acaba de tomar en EEUU con un nuevo instrumento para evitar que lo que le ha pasado a SVB se repita en el futuro. La idea es proteger todos los depósitos, incluyendo en EEUU los de más de 250.000 dólares. Eso debería ser suficiente para evitar retira de fondos en otros bancos”, apunta el economista.
SVB era un banco especializado en dar servicios a startups, pero que basaba parte de su negocio en poner estos depósitos en valores a largo plazo, con una mayor rentabilidad, pero también una menor liquidez. En este contexto, la subida de tipos complicó la entrada de fondos y afloró un problema de liquidez para el banco.
La semana pasada vio cómo se esfumaban grandes cantidades de depósitos que le llevaron a lanzar una venta de acciones por valor de 1.750 millones de dólares para afianzar sus cuentas, el objetivo según apuntaba en el folleto de emisión era tapar un agujero de 1.800 millones de dólares causado por la venta de una cartera de bonos con pérdidas de 21.000 millones de dólares que estaba compuesta, sobre todo, por bonos del tesoro estadounidense.