¿Qué pasa cuando Amazon lleva 50.000 empleos a una ciudad?
La llegada de casi 50.000 trabajadores de Amazon a Seattle en los últimos años ha generado un boom económico en la ciudad costera
Hace una década, Amazon trasladó gran parte de sus operaciones a la ciudad costera de Seattle, en Washington, Estados Unidos. Es allí donde hoy se ubica la sede central del imperio digital de Jeff Bezos, quien concentra tanto poder e influencia en el estado que también es dueño de The Washington Post.
Ese diario publicó un reportaje en el que examina la transformación de Seattle tras la llegada de Amazon, una empresa que desde entonces no ha dejado de crecer. Tal ha sido la escalada de la compañía que actualmente busca dónde construir una segunda sede central.
En Seattle, Amazon es responsable de la creación de casi 50.000 empleos desde 2007, lo que generó un boom económico en la ciudad y especialmente en South Lake Union, un área de Seattle en la que no pasaba mucho hasta que Amazon empezó a construir sus edificios y plantas.
Las contribuciones de Amazon a la economía local en los últimos 10 años han sido superiores a los 25.000 millones de euros y casi el doble en beneficios derivados. El desempleo en el área es hoy del 3,7%, por debajo de la media nacional del 4,4%. La ciudad de Seattle ha podido destinar más de 400 millones de euros a mejorar la ciudad desde 2007.
Más de 30 empresas de la Fortune 500 tienen operaciones en Seattle, cuatro veces más que hace 10 años
Cuando Amazon llegó a Seattle, solo siete de las compañías de la Fortune 500 estaban presentes en la ciudad; ahora están más de 30. Facebook y Google se han unido a la empresa de Bezos y abrieron en años recientes operaciones en la ciudad, convirtiéndola en una de las principales opciones para la economía digital fuera de Silicon Valley.
Además, aunque Seattle es uno de los lugares más caros para vivir en Estados Unidos, el mercado residencial del área se ha hecho flexible con los empleados de Amazon y de grandes empresas digitales. Alquieres sin depósito y a precios asequibles contrastan con la crisis de las burbujas de vivienda en la que se encuentra Washington.