¿Qué hará Seat tras la DUI?
La compañía automovilística tiene un plan para mudarse a Madrid en caso de una declaración de independencia desde hace semanas
Seat advirtió a comienzos de semana de que movería la sede social de Martorell (Barcelona) en caso de declaración unilateral de independencia (DUI), como la producida este viernes. Pretende garantizarse “protección jurídica”. Si desde hace semanas la empresa tiene prevista la mudanza a Madrid, la votación en el parlamento catalán empuja a hacer las maletas.
“El cambio de sede tendría sentido en el momento en el que entendamos que ya no hay protección jurídica en el territorio en el que estamos ubicados”, avisó el presidente ejecutivo, Luca de Meo, en una carta a la plantilla. Un escenario posible tras la declaración, con una Cataluña en tierra de nadie e hipotéticamente fuera del paraguas del euro y de la Unión Europea.
Economía Digital ya desveló tras el referéndum del 1-O que la filial del Grupo Volkswagen guardaba en el cajón una huida rápida a Madrid en caso de DUI. El traslado incorporara también el movimiento de parte de la cúpula. El cambio deberá ser aprobado por el consejo de administración, que hasta entonces no había abordado la cuestión.
A pesar de cambiar la sede social, Seat descarta mover la fábrica de Martorell
Sin embargo, altos ejecutivos de Volkswagen ya están preparados para un posible cambio de domicilio, explican fuentes internas. La fuga cuenta con aliados: el presidente del comité de empresa, Matías Carnero, denunció presiones para cambiar la sede social.
A pesar de la mudanza, las fuentes consultadas descartan el cierre y la deslocalización de la fábrica en Martorell. Seat mantendrá la producción en Cataluña, donde fabrica más de 2.200 coches al día y emplea a 14.500 personas.
La posición de Seat
La posición de Seat en el proceso independentista siempre ha estado en el punto de mira. Primero durante «el paro de país», donde la empresa automovilística se desmarcó y no lo secundó. La movilización apenas afectó, dado que la mayoría de sus trabajadores acudieron a las fábricas, si bien es cierto que las ausencias provocaron que las líneas funcionaran más lentamente y con algunos paros.
Más tarde, pospuso el anuncio del nombre de su nuevo vehículo. La compañía barajaba cuatro opciones para los nombres: Alborán, Aranda, Ávila y un nombre catalán,Tarraco, que hace referencia a cómo era conocida Tarragona en la época romana.