QEV venderá las furgonetas fabricadas en Nissan en 50 concesionarios
El D-hub espera empezar a producir en el centro de la Zona Franca a principios de 2024 tras contratar a 600 personas
El D-hub y Goodman ya pueden empezar a operar en la fábrica de Nissan de la Zona Franca de Barcelona. Tras poner punto y aparte al largo proceso de reindustrialización de la planta, el consorcio de empresas encabezado por QEV y BTech se preparan para empezar a producir en el centro con la vista puesta en las más de 60.000 unidades prevista antes de 2026. En este sentido, se empiezan a mover los hilos para dar salida a esta fabricación, buscando las primeras alianzas con las distribuidoras.
Según ha explicado a la prensa el CEO de QEV, Jona Orús, tras rectificar la firma del contrato de arrendamiento de los terrenos este lunes, su compañía ha llegado a acuerdos con 50 concesionarios para que vendan los tres modelos de las furgonetas de la marca Zeroid que fabricará en la factoría barcelonesa. «Queremos hacer lo mismo en toda Europa y en Sudamérica para abrir una red propia y hacer llegar nuestros productos a todo el mercado», ha añadido el primer ejecutivo. «Nos haremos un hueco en el sector y podremos conseguir las ventas programadas para 2024 y 2025».
Aparte de la distribución, el D-hub negocia también acuerdos de contract manufacturing, es decir, la fabricación puntual de modelos de otros marcas, con diferentes empresas automovilísticas. Sin entrar en detalles, el primer ejecutivo de la empresa catalana mantiene que hay diferentes compañías asiáticas interesadas y calcula que el 40% de la producción podría proceder de este modelo de negocio.
La fábrica de Nissan tiene una capacidad productiva de 180.000 vehículos anuales. Por ahora, QEV y BTech tienen la vista puesta en los 60.000 o 70.000 que esperan producir en los primeros tres años tras su entrada en la fábrica, pero el contract manufacturing podría incrementar esta cifra y sacar más potencial al centro a largo plazo, según Orús.
La fabricación se aplaza a 2024
Después de los sucesivos retrasos en el proceso de contratación que han retardado su entrada en la fábrica de la Zona Franca, el D-hub ha tenido que modificar su calendario y no espera poder empezar a fabricar hasta principios de 2024. Mientras, contratará progresivamente a 600 empleados de la antigua Nissan, la cifra necesaria par tener el centro totalmente operativo.
En este sentido, Orús ha asegurado que esta misma semana empezaran las primeras contrataciones para comenzar a habilitar el centro. A lo largo de este mes de marzo, prevén contratar entre 20 y 25 empleados para empezar a configurar un equipo que ponga en servicio la fábrica.
Para ello, tanto Goodman, su socio inmologístico y el ganador de la licitación pública, como el hub abonaran la inversión inicial de 100 millones de euros, donde se incluyen los 57 millones procedentes del Perte del coche eléctrico y conectado. A esta cifra se suman unos 30 millones de euros que la inmobiliaria prestará al grupo de empresas automovilísticas, tras ver como las ayudas públicas se reducían al no poder obtener todos los avales que la garantizaban los 107 millones obtenidos en subvenciones del Estado en la primera asignación provisional.
El CEO y presidente de QEV ha asegurado que también optan a las ayudas del plan Moves, a la vez que esperan presentarse a la segunda convocatoria del Perte una vez se publiquen las bases. En este sentido, la ministra de Industria, Reyes Maroto, presente durante la firma del contrato; ha asegurado que «el problema de las garantías» del hub está «resuelto». Maroto ha explicado que en la primera convocatoria fueron «muy prudentes» y que en el segundo Perte reducirán las garantías, sobre todo para las pymes.
La firma del contrato casi tres años después que Nissan anunciara el cese de producción en Europa, dejando a más de 3.000 empleados en el paro y creando una onda expansiva en la industria auxiliar. A partir de ahora, el hub espera poder contratar a todos los exempleados de la fábrica de la Zona Franca en algún punto de 2024. El proceso de reindustrialización ha sido largo, pero las autoridades implicadas lo consideran un «éxito» tras valorar su capacidad de recuperar el empleo perdido, mantener la automoción como industria tractora en Cataluña y dar un paso hacia una movilidad más sotenible.
En este sentido, uno de los objetivos era dar salida a los proveedores automovilísticos que perdieron a su principal cliente tras la marcha del fabricante nipón. Sobre esto, el consejero catalán de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, ha asegurado que ahora es momento de «analizar» si la industria auxiliar catalana podrá fabricar piezas para los eléctricos del hub antes de valorar su impacto en la contratación indirecta. «Hablamos de movilidad eléctrica y sostenible. La industria está en plena transformación, lo que implica dificultades añadidas, pero también oportunidades».