PwC revela cuatro de las claves fundamentales respecto a la gestión de riesgos en las empresas
En la Encuesta Mundial de Riesgos de 2022, elaborada por PWC, se analizan las claves que las empresas deben asumir respecto a la gestión de riesgos
Formación.
En 2020, colisionamos frontalmente con las pandemias y el cierre de todas las economías a nivel global. Después, la crisis de los semiconductores y los problemas en las cadenas de suministro. Ya en 2022, nos hemos topado con la la invasión de Ucrania y su impacto en los precios de la energía y de las materias primas. A todos estos hechos se les denomina cisnes negros, también identificados como acontecimientos inesperados y de gran impacto para la sociedad, pero considerados extremadamente atípicos.
La sucesión de los mismos están alterado radicalmente la gestión de riesgos en las empresas, que deben transformar su manera de afrontarlos si quieren hacer frente a un entorno que, como se ha comprobado en los últimos dos años, es extremadamente cambiante. Este es el principal mensaje de la Encuesta Mundial de Riesgos 2022, elaborada por PwC, a raíz de entrevistas a 3.584 directivos de todo el mundo pertenecientes a empresas de diez sectores: financiero, industrial, distribución y consumo, energía, electricidad y recursos naturales, tecnología, medios y entretenimiento, salud, y sector público.
El estudio llega a la conclusión de que la inestabilidad de los mercados, los nuevos modelos de negocio, los ciberataques, los cambios externos y las cuestiones geopolíticas son, por este orden, las cinco grandes amenazas a las que se enfrentan las compañías en 2022, y que pueden impactar directamente y de forma negativa en la capacidad de las empresas a la hora de ingresos.
Sin embargo, la gravedad de estas amenazas cambia en función del sector de actividad en el que nos encontremos. En el financiero, por ejemplo, la gran amenaza es la situación de los mercados. En el de energía, la geopolítica. En el sector asegurador, los modelos de negocio, y en los de salud, tecnología, telecomunicaciones y medios, los ciberataques, entre otros. Pero más allá de recoger cuáles de estos riesgos son los más amenazantes para cada sector, existen una serie de factores a tener en cuentas para tener la capacidad de hacerles frente.
Las empresas establecen un modus operandi
Identificar los riesgos desde el primer momento e informar a los órganos de decisión. El entorno en el que se mueven las empresas está en cambio constante, y es conveniente que la gestión de riesgos de las compañías se adecúe a este contexto. Para ello, es fundamental que las empresas cuenten con los datos y los análisis en tiempo real que fundamenten una toma de decisiones informada. El 39% de los directivos encuestados en el estudio aseguran que consultar a los profesionales responsables de riesgos de sus compañías les hace tomar decisiones más acertadas. A la hora de contar con la información precisa, la mayoría de esos directivos reconoce que uno de los principales desafíos a los que se enfrentan es el de ser capaces de alcanzar y mantener el ritmo de la digitalización.
Contar con una visión general de todos los riesgos. Para ser capaces de medir estos riesgos, las compañías necesitan contar con indicadores adecuados que sirvan como señales de aviso y que permitan a la dirección poner en marcha las las estrategias necesarias para contar con la anticipación necesaria para eliminar estas amenazas. El 65% de los encuestados en el estudio están aumentando sus inversiones en tecnologías especializadas en la gestión de riesgos, y tres de cada cuatro tiene previsto incrementar sus presupuestos en herramientas de análisis de datos y de automatización de procesos.
Determinar el perfil de riesgo de tu compañía y utilizarlo como una ventaja competitiva. Marcar desde un primer el nivel de riesgo que está dispuesta a asumir mi empresa es una cuestión fundamental a la hora de acometer nuevas oportunidades de negocio y de crecimiento respecto al marco dentro del que puede moverse la compañía. Sin embargo, de momento, solo el 22% de los directivos son conscientes de los beneficios que esto supone. Otro aspecto importante es el de promover una cultura de riesgos dentro de la compañía que mantenga a toda la organización en alerta ante posibles amenazas. Esto se trata de un factor relevante para los directivos encuestados, ya que el 56% asegura que sus empresas están trabajando para potenciar este aspecto, hecho que evidencia que no está siendo dejado de lado por más de la mitad de las empresas.
Duplicar esfuerzos en los riesgos más relevantes. Las principales amenazas a las que se enfrenta una empresa, normalmente, están interconectadas y pueden afectar las unas a las otras. Por ejemplo, una brecha de seguridad en los sistemas puede terminar por desencadenar otro tipo de riesgos como los operativos, los operacionales o los reputacionales. Por eso, se debe hacer un esfuerzo adicional a la hora de detectar cuáles son esos riesgos, que interdependencia tienen unos de otros y qué planes de acción existen para poder afrontarlos y, lo más importante, poner una solución.
Para Ramón Abella, socio responsable de Riesgos en PwC España, “la pandemia, la situación geopolítica, los costes de la energía y de las materias primas, y los problemas que las compañías tiene a lo largo de toda su cadena de proveedores son acontecimientos que están poniendo a muchas empresas en situaciones críticas de forma permanente. La realidad es que todos estos riesgos, o cisnes negros, se producen cada vez con mayor frecuencia, lo que hace absolutamente necesario cambiar el enfoque tradicional de su gestión. El análisis de datos y los ejercicios de estrés de escenarios se vuelven ahora más relevantes que nunca a la hora de afrontar los riesgos con la máxima anticipación posible”.
Una organización que garantiza resultados
En definitiva, el objetivo principal de la encuesta es hacer entender a las empresas que los distintos riesgos a los que el futuro de la misma está expuesta deben ser repartidos entre las distintas partes de la organización. Y no solo eso, sino que todas las partes de una misma empresa forman parte de un conjunto común, por lo que el trabajo conjunto, así como una visión global de los riesgos y la compresión de que cada situación es variable minimiza en gran medida los riesgos a los que está sujeta la empresa.
Algo que queda evidenciado con los resultados de la propia impresa, ya que estos revelan que cuando las empresas entienden la gestión de riesgos como una capacidad estratégica de la organización, en la que todas las partes de la misma empresa actúan en conjunto, obteniendo una visión panorámica de los riesgos, y empleando a su favor los datos internos y la tecnología inteligente, la confianza en un hipotético logro aumenta exponencialmente.
Esta cultura del riesgo tiene una relación directa con el crecimiento de la empresa, así como en la obtención más veloz de resultados empresariales y una mayor capacidad de resiliencia por parte de la empresa y todas las partes implicadas. Unos resultados que reflejan que, empleando este tipo de política empresarial, la capacidad de incrementar los ingresos crece hasta un 11% en un periodo de tan solo un año. Simplemente es conveniente calibrar los tipos de riesgos a los que nos exponemos, y valorar cuáles vale la pena asumir en busca de obtener un mayor crecimiento.
Para más información, accede aquí a esta Encuesta Global de Riesgos para fortalecer tus capacidades de gestión de riesgos.